SANTORAL



SAN BENJAMíN Mártir

Jesús en la Cruz El rey Yezdigerd, hijo de Sapor II, puso fin a la cruel persecución de los cristianos que habí­a sido llevada a cabo en Persia durante el reinado de su padre. Sin embargo, el obispo Abdas con un celo mal entendido incendió el Pireo o templo del fuego, principal objeto del culto de los persas. El rey amenazó con destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que el obispo reconstruyera el templo, pero éste se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó a matar e inició una persecución general que duró 40 años.

Uno de los primeros mártires fue Benjamí­n, diácono. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año, pero obtuvo su libertad gracias al embajador de Constantinopla y prometiendo bajo su responsabilidad que el santo se abstendrí­a de hablar acerca de su religión. Sin embargo, Benjamí­n declaró que él no podí­a cumplir tal condición y, no perdió la oportunidad de predicar el Evangelio. Fue de nuevo aprehendido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.