Para los habitantes de un pequeño pueblo a orillas del lago Erie en el noreste de Estados Unidos, la Navidad se adelantó cuando un donante anónimo les regaló 100 millones de dólares.

El benefactor, identificado como «un amigo anónimo», hizo la donación a un grupo de caridad sin fines de lucro en Erie, Pensilvania, informó el martes el diario Tribune-Review de Pittsburgh.

El generoso donante no puso restricciones al uso que se le dé al dinero, pero la fundación comunal del pueblo decidió invertir entre uno y dos millones de dólares en buenas causas en beneficio de la comunidad.

El jefe de la fundación, Mike Batchelor, dijo al Tribune-Review que juró mantener el anonimato del donante, negándose a decir si está vivo.

Y según el informe, los beneficiarios locales, incluido un banco de alimentos para indigentes, un centro para mujeres y un grupo de apoyo para ciegos, están más que felices de respetar el deseo del donante de mantener su identidad en reserva.