Santa Catarina, presa del caos


Las inundaciones al sur del Brasil han provocado saqueos, derrumbes de tierra, riesgo de epidemias, se contabilizan 86 muertos y más de 50 mil damnificados.

Con inundaciones sin precedentes, el estado brasileño de Santa Catarina (sur) enfrentaba hoy una situación caótica de saqueos, derrumbes de tierra y riesgo de epidemias, tras difundirse un saldo de 86 muertos, unos treinta desaparecidos y 54 mil damnificados.


El presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunció una partida de mil 180 millones de reales (510 millones de dólares) para ayudar a las ví­ctimas.

Lula pretendí­a sobrevolar la región en helicóptero, particularmente el valle de Itajai, principal polo textil del paí­s, transformado por las lluvias torrenciales del fin de semana en un verdadero mar de lodo.

Fueron denunciados saqueos el martes en supermercados y farmacias en la ciudad portuaria de Itjai, donde la mitad de los 200.000 habitantes fueron evacuados, según el responsable de los bomberos, Samuel Martins.

Centenas de habitantes se lanzaron sobre tres supermercados inundados, llevándose todo lo que podí­an: alimentos y productos básicos, pero también alcohol, cigarrillos y equipos electrónicos. La policí­a, desbordada, al parecer no intervino.

«Los saqueadores no se contentaron con llevarse comida o medicinas, también se llevaron alcohol y cigarros», declaró el responsable de los bomberos.

En Blumenau, una ciudad de cerca de 300.000 habitantes que ha sido la más afectada por las lluvias, 21 personas murieron debido a derrumbes de tierra.

Casas abandonadas apresuradamente por sus inquilinos fueron también objeto de vandalismo y saqueos. «Se trata de casos aislados pero 180 policí­as hacen rondas en la ciudad para garantizar la seguridad», indicó el miércoles a la AFP el servicio de prensa del ayuntamiento.

En ocho municipios completamente aislados, como Pomerode, la ayuda solo llegaba por helicóptero.

«Estamos aún en la fase de rescates y ya hicimos 500. También hemos distribuido tres toneladas de alimentos, medicamentos y agua potable», declaró a la TV GloboNews el coronel José Henrique Rufo, que lidera la unidad de 550 militares destinados a las tareas de socorro en Blumenau.

Las aguas comenzaron a bajar, aunque un 75% de la región continuaba inundada, según la Defensa Civil, que alertó sobre «los riesgos de nuevos desmoronamientos de terreno».

Estos riesgos aumentan debido a la gran cantidad de agua infiltrada en la tierra sobre la vertiente de las colinas. El Instituto de Investigaciones Tecnológicas del Estado de Sao Paulo (IPT) envió especialistas para colaborar con la Defensa Civil en la prevención de los desmoronamientos.

Otra gran preocupación de las autoridades es el riesgo de epidemias. Técnicos especializados en la prevención de enfermedades como la leptosperosis (transmitida principalmente por la orina de las ratas) debí­an llegar como refuerzo a Santa Catarina.

El Ministro de Salud, José Gomes Temporao, anunció el enví­o de 17 toneladas de medicamentos a Santa Catarina y el desbloqueo de 100 millones de reales (43,5 millones de dólares) para la infraestructura de dispensarios de salud.

Varios estados brasileños enviaron colchones, mantas y helicópteros para los rescates. El gobierno envió 280 toneladas de alimentos.