Cada 14 de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha para crear conciencia sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros, además de agradecer su altruismo a quienes donan sangre de forma voluntaria y no remunerada, lo cual permite salvar vidas.
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En Guatemala esta fecha adquiere una especial relevancia tomando en cuenta los índices de violencia homicida, que además de personas fallecidas, deja incontables heridos que al momento de ser trasladados a un centro asistencial para su estabilización y recuperación, necesitan de cierta cantidad de sangre para el efecto.
Existen otras causas por las que los médicos y especialistas recurren a las unidades de sangre en los bancos de los hospitales nacionales, como la prevención de la muerte materno-infantil en un embarazo de alto riesgo, intervenciones quirúrgicas en donde un paciente sepa con antelación que vaya a perder cierta cantidad de sangre o bien, en una catástrofe o un accidente vial de grandes proporciones.
Tanto la institucionalidad pública a través del Ministerio de Salud como las organizaciones y la iniciativa privada, han promovido Jornadas de Captación de sangre con variable periodicidad y en ocasiones en el ámbito nacional, con el fin de concienciar a los guatemaltecos sobre la importancia de donar sangre y mantener abastecidos los bancos en los hospitales públicos y privados.
Sin embargo, aunque se piensa que la transfusión de sangre y productos sanguíneos contribuye a salvar vidas cada año, en Guatemala la respuesta de la ciudadanía no ha sido la esperada, como lo comenta el doctor Adrián Chávez, jefe del Área de Salud del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, quien acusa poca cultura a donar sangre como uno de los mayores obstáculos en el país.
El especialista también hace hincapié en que siendo la violencia homicida una de las principales causas de muerte y lesiones en Guatemala, el país demanda una mayor disponibilidad de sangre en las emergencias del sistema hospitalario público.
Esto solo se puede alcanzar, según el entrevistado, a través de una sostenible campaña que llame a la donación voluntaria de las personas, haciéndolas entender que “la disponibilidad o no de sangre puede significar la vida o la muerte de cualquier persona”.
No obstante, Chávez critica que algunas personas se aprovechan de esta situación para comercializar su propia sangre en busca de réditos financieros, algo penado por la ley y que a su parecer es inhumano y poco ético, aunque de cierta forma reconoce en esta práctica un modo de supervivencia para alguien que no cuenta con un empleo fijo o estable.
“Es necesario establecer mecanismos reguladores para garantizar las reservas de sangre a la hora de ser transferidas a otra persona. También hay que tomar en consideración que no existen muchas oportunidades de trabajo y esto empuja a las personas a ver a la donación de sangre como el mercado perfecto para comercializar su propia sangre como una estrategia de supervivencia”, señala el analista del Ipnusac.
PDH: “HOSPITALES NO ESTÁN ABASTECIDOS”
Clínicamente, la transfusión de sangre permite aumentar la esperanza y calidad de vida de pacientes con diagnósticos potencialmente mortales, y evita llevar a cabo complejos procedimientos médicos y quirúrgicos.
Pero las reservas en los bancos de sangre, al menos en los hospitales nacionales, parece ser insuficiente para atender alguna situación de emergencia como un accidente de tránsito de gran magnitud o un terremoto por ejemplo, tal como señala la Defensoría de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos a través de un monitoreo a distintos centros asistenciales.
En Guatemala existen 33 bancos de sangre nacionales y 23 bancos privados registrados. Anualmente se colectan aproximadamente 120 mil unidades de sangre -cada una corresponde a un donante o 450 mililitros-.
La doctora Sulma Calderón, encargada de la supervisión hospitalaria en dicha Defensoría, explica que de los 33 bancos de sangre en hospitales Nacionales, la mayoría apenas alcanzan el 60 por ciento de abastecimiento pese a los avances en las instituciones de salud pública por fomentar una mayor cultura de donación.
Asimismo, aunque este año la PDH no ha recibido denuncias por la práctica de compraventa de sangre en centros asistenciales del país, la funcionaria admite que tal extremo está a la vista de cualquiera y lamenta que esta situación ponga en riesgo la salud de los propios donantes que ven esto como un negocio para mantener un modo de vida.
“El desabastecimiento en los hospitales nacionales es mucho más marcado porque en el país no existe cultura de donación y solo se va a donar hasta que un familiar necesita de una intervención quirúrgica, una cirugía o tiene un estado de salud comprometido”, apunta Calderón.
5% DE DONACIONES VOLUNTARIAS
La palabra donación es susceptible de ser empleada, en un sentido amplio, como la libertad de disponer de aquello que una persona posee y que tiene el ánimo de entregarlo a otra.
Por otro lado, la donación de sangre desde un punto de vista técnico, se regula en la Ley de Donación de Órganos (Decreto 91-96 del Congreso); la cual define los requisitos necesarios para una donación.
De igual modo, por la Ley de Servicios de Medicina Transfusional y Bancos de Sangre (Decreto 87-97), que obliga al Ministerio de Salud y otras instancias, a promover la donación de sangre en campañas a nivel nacional.
En ese sentido, la Cruz Roja Guatemalteca realiza de 4 a 5 Jornadas de Captación de Sangre mensualmente, logrando en promedio hasta 50 unidades de sangre, cada una con 450 mililitros (bolsas de medio litro), para después ser entregadas al banco de sangre del Hospital Roosevelt y General San Juan de Dios, así como a otros regionales en el interior del país.
Según la CRG, de todas las unidades de sangre captadas en el país, solo el 5% proviene de donantes voluntarios mientras el restante 95% son donadas por familiares de los pacientes que necesitan transfusiones por cualquier causa.
La entidad ha captado en lo que va del año, 1 mil 036 unidades del vital líquido a través de jornadas de captación de sangre en empresas, universidades, centros comerciales, entre otros sitios. El año pasado, la institución captó 2 mil 173 unidades de sangre durante 28 colectas.
Sin embargo, María de los Ángeles Rossell, de la Cruz Roja Guatemalteca, expresa que aún existen tabúes y mitos en la población sobre los efectos de la donación de sangre en el cuerpo, lo cual ha mermado los resultados en cada una de las jornadas.
De acuerdo a Rosell, muchas personas piensan que el donar sangre causa obesidad o anemia y que no se van a poder recuperar, pero menciona que las células perdidas en el cuerpo se recuperan en un lapso de 72 horas mediante la medula ósea y desmiente que la obesidad sea causada por esta actividad.
La Cruz Roja Guatemalteca pretende aumentar la cifra de donantes voluntarios de sangre de 2013, con estrategias para promocionar la gestión de donantes saludables que donen sangre segura, a través de jornadas de captación incluso en situaciones de desastres o crisis.
POCA OFERTA Y MÁS DEMANDA
La Organización Mundial de la Salud este año advierte sobre las bajas reservas de sangre en países latinoamericanos con economías emergentes como Guatemala y la importancia de este recurso para salvar vidas.
Asimismo, insta a los Estados a comprometerse a impulsar campañas para que en el año 2020, todas las donaciones sean voluntarias y altruistas, pues precisa que a mundialmente solo 62 países tienen un suministro del 100% de sangre por donaciones voluntarias, mientras 40 naciones, incluida Guatemala, depende de las donaciones familiares e incluso, de donantes remunerados que en el país logran cobrar de Q200 a Q700 por unidad de sangre, según la OMS.
En ese sentido, para el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, el tipo de sangre del donante no importa, al menos que el paciente que está requiriendo sangre en un momento sea de un grupo especial como A, B u O negativos.
La única excepción es para las personas de grupo AB, pues no se acepta su donación a menos que sea requerido específicamente para un paciente y se tenga seguridad de que va a ser utilizada, puesto que es un grupo poco común el cual de no ser utilizado en un paciente especifico puede no usarse y deberá ser destruida pues como cualquier producto, cuenta con un período de vida incluso en congelación.
El tiempo de vida de una unidad de sangre en condiciones de anticoagulación aceptables es de 42 días, por lo que constantemente se requiere que personas donen sangre.
Cabe mencionar que las personas con tipo de sangre AB es considerado el receptor universal y en caso de necesitar sangre puede utilizar componentes A, B y O positivos y negativos sin ningún problema, pero únicamente puede donarle a otro AB positivo.
Gustavo Barillas, de Comunicación Social del MSPAS, menciona la sangre donada se utiliza en los hospitales para cubrir las necesidades de los pacientes por problemas de salud, partos, accidentes y violencia, en ese orden.
Además expresa que siendo Guatemala un país susceptible a desastres naturales debido a su posición geográfica en la región, se hace necesario contar con un suministro que responda ante una emergencia de este tipo a nivel nacional.
De igual forma, subraya que se han agilizado las pruebas de tamizaje para determinar la viabilidad de donar en términos de salud del donante, como parte de los esfuerzos institucionales en promover las donaciones en el país.
“Podemos tener suficiente sangre en los bancos pero en el momento de una catástrofe o un accidente de buses por ejemplo, se quedaría sin sangre pero esto es debido a que las personas no tienen la costumbre de donar sangre. Lo que más hace falta es promover una cultura de donación”, argumenta.
El portavoz admite que los bancos muestran niveles bajos de abastecimiento pero enfatiza en que se puede tener suficiente sangre en los bancos pero es en el momento de una catástrofe o un accidente de bus por ejemplo, cuando el déficit se nota.
Barillas agrega: “Con lo que tenemos hay lo necesario para poder salir avantes. Lo que hay en los bancos de sangre solo nos sirve para atender a las personas que están internadas por alguna razón”.
El encargado del MSPAS hace un llamado a denunciar a aquellas personas, no importando si son médicos incluso, que estén sacando provecho de la compra y venta de sangre, para iniciar las acciones legales correspondientes.
“El objetivo no es lucrar con la sangre. Nosotros damos los servicios gratuitos para empezar. Procuramos que las personas donen de manera voluntaria y no por dinero porque esa no es nuestra política. A las personas que lo hacen hay que procesarlas. Instamos a la denuncia con nombre y apellidos para que se abran investigaciones en los entes que corresponden”.
* Ser mayor de 18 años.
* Tener un peso mínimo de 110 libras y una estatura arriba de 1.60 metros.
* No haberse realizado un tatuaje o perforación en un tiempo mínimo de un año.
* Presentar documento de identificación.
* Someterse a una prueba médica para detectar alguna enfermedad.
* Ir en ayunas.
* No ingerir bebidas alcohólicas al menos 72 horas antes de la donación.
* Comer un desayuno completo inmediatamente al concluir la donación.
* Si el donante tuvo hepatitis después de la edad de 10 años, no puede donar sangre.
En Guatemala, el 45% de la población (6.7 millones) es tipo de sangre O positivo, el 40% (6 millones) A positivo y el 15% restante, ocupa al tipo B y las combinaciones de los dos primeros.
ACTIVIDAD
Mañana se llevará a cabo una Jornada de Captación de Sangre, en la Plaza de la Constitución, zona 1 de 9 a 15 horas.
Asimismo, con las personas que asistan, se formará una “gota gigante” de manera simbólica, a manera de concienciar a la población sobre la importancia de mantener abastecidos los bancos de sangre en el país.
Doctor Adrián Chávez,
Área de Salud del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos