Sandra de Colom, sin espacio legal


La semana pasada, la Primera Dama perdió fuerza en cuanto a la toma de desiciones en la Secretarí­a de Obras Sociales.

La esposa del presidente, Sandra Torres de Colom, se ha convertido en una figura polémica e importante dentro de los cí­rculos polí­ticos del paí­s, sin embargo, se encuentra limitada legalmente para actuar desde su posición en el Ejecutivo.

Javier Estrada Tobar
lahora@lahora.com.gt

Para el secretario general de la Presidencia, Carlos Larios Ochaita, la Primera Dama es exclusivamente un «sí­mbolo» de la Secretarí­a de Obras Sociales de la Presidencia (SOSEP).

Esto, debido a que Sandra Torres de Colom no ocupa un cargo «legal» dentro del Gobierno Central, pese a que su esposo es el lí­der del Ejecutivo.

La titular designada por el Presidente para dirigir la SOSEP es Wendy Cuéllar; paradójicamente, la esposa del Presidente no ostenta la representación legal de la secretarí­a designada para efectuar las obras sociales de la esposa del Presidente. «La persona que se encarga de dirigir esa entidad es, siempre, una persona diferente de la esposa del mandatario y designada por éste», señala Larios Ochaita

Recientemente, la Presidencia se retractó de incluir a la Primera Dama en el Gabinete Socio-Ambiental, ya que de esa forma no se expondrí­a al examen público y a las crí­ticas de la oposición. Asimismo, se dijo que se distanciarí­a de SOSEP por las mismas razones

En consecuencia, a Torres de Colom no se le considera una funcionaria pública y su única función legal hasta el momento es coordinar el Consejo de Cohesión Social, sin embargo, no tiene por ello la potestad para tomar decisiones o representar al Estado, según juristas.

La polémica surge de las dudas que rondan sobre el poder que ostenta Torres de Colom en el Gobierno Central, sin que esté designada oficialmente en un cargo público.

La influencia que tiene sobre las decisiones de su esposo (el Presidente) y dentro del partido oficial han llevado a la discusión sobre el papel que deberí­an desempeñar las esposas de los presidentes.

Lideresa

Las limitaciones que tiene el cargo de la Primera Dama en el Gobierno son cuestionadas por las organizaciones sociales que velan por los derechos de las mujeres.

Sandra Morán, del Sector de Mujeres, considera que las leyes están diseñadas para restar importancia a las mujeres, y una prueba de ello son las restricciones que se imponen a Sandra Torres de Colom, a pesar de su capacidad y conocimientos.

La Primera Dama tiene obligaciones de coordinación dentro del Consejo de Cohesión Social, donde figura como representante y organizadora de diversos proyectos en ámbitos de educación y salud materno-infantil en las áreas de pobreza del paí­s.

Pese a que no es la representante legal de esa entidad y tampoco de SOSEP, posee una oficina, se asignó una portavoz (Wendy Ruano*) y guardias de la Secretarí­a de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS).

«Está jugando un rol más activo enfocado al desarrollo de las comunidades rurales. Realmente ella no necesita de nadie para destacar en el ámbito polí­tico porque es una lideresa innata», señala Morán

Según la entrevistada, es necesario realizar una revisión de la organización y administración del Ejecutivo para discutir las funciones que debe desempeñar la esposa del Presidente, ya que podrí­a jugar un papel importante en las polí­ticas de desarrollo social.

«Con dos mujeres presidentas en América del Sur, ya inició el debate sobre cuáles deben ser las funciones que debe desempeñar la cónyuge del mandatario, es momento que nosotros evaluemos esa situación en Guatemala», refiere Morán.

¿Reformas?

En opinión del analista polí­tico Gustavo Berganza, la Primera Dama está superando a sus antecesoras en el trabajo social que realiza dentro del marco de acción que la ley le permite.

«No se limita a ser una figura dependiente del Presidente y a hacer obras de caridad como lo hací­an las anteriores primeras damas, está desempeñando un papel importante dentro del gobierno», indica el analista.

Según Berganza, la actitud que hasta ahora ha asumido Torres de Colom hace necesario reorientar legalmente el papel que juega la esposa del Presidente.

Sin embargo, considera también que serí­a necesario evaluar los trabajos que estarí­a designada efectuar y supervisar, bajo un concepto más activo de «Esposa de Presidente».

A pesar de que las opiniones de analistas están enfocadas a brindar más espacios a la Primera Dama, su esposo, el presidente ílvaro Colom señala que decidió alejarla de las entidades gubernamentales para evitar que sea el blanco de crí­ticas.

El rol de la Primera Dama se reduce, según la ley, a ser una figura pública y un sí­mbolo de SOSEP, sin embargo, Torres de Colom ha dejado ver que ofrece más acción y protagonismo que sus antecesoras, y posee el interés para participar dentro del Gobierno.

*Se solicitó información para el reportaje,

sin embargo, no la proporcionó.

«Está jugando un rol más activo enfocado al desarrollo de las comunidades rurales. Realmente ella no necesita de nadie para destacar en el ámbito polí­tico porque es una lideresa innata».

Sandra Morán,

Sector de Mujeres.

¿Quién es?


Originaria de Melchor de Mencos, Petén, Sandra Torres de Colom posee el tí­tulo de licenciada en Ciencias de la Comunicación, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y concluyó una Maestrí­a en Polí­ticas Públicas, de la Universidad Rafael Landí­var.

Domina el idioma inglés y actualmente se encuentra estudiando el idioma quiché; ha destacado por su protagonismo en el partido oficial, Unidad Nacional de la Esperanza.