Teherán reaccionó hoy a la amenaza de un endurecimiento de las sanciones de la ONU en su contra asegurando que las grandes potencias se están desacreditando al seguir por esa vía pese a la oferta iraní de canjear combustible nuclear en Turquía.
El Consejo de Seguridad de la ONU examinó el martes un nuevo proyecto de sanciones para penalizar a Irán por su programa nuclear, especialmente por su política de enriquecimiento de uranio.
Este examen tuvo lugar un día después de que Teherán anunciase una propuesta de intercambio de combustible nuclear en Turquía respaldada por Brasil y la propia Ankara y presentada como una primera etapa hacia una solución de la crisis nuclear iraní.
«La cuestión de las sanciones está superada», afirmó Alí Akbar Salehi, jefe de la Organización de Energía Atómica Iraní y uno de los vicepresidentes del país, agregando que «las grandes potencias se desacreditan ante la opinión pública» al ignorar la iniciativa irano-turco-brasileña.
«Siente que por primera vez los países emergentes pueden defender sus derechos en la escena internacional sin necesidad de las grandes potencias y es duro para ellas aceptarlo», consideró el responsable del programa nuclear iraní, esperando que esta nueva resolución no sea adoptada por el Consejo de Seguridad.
Brasil y Turquía pidieron este miércoles al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que evite adoptar sanciones contra Irán.
«Brasil y Turquía están convencidos de que es tiempo para darle una chance a las negociaciones y evitar medidas que van en detrimento de una solución pacífica de este asunto», señala la carta firmada por el brasileño Celso Amorim y su par turco, Ahmet Davutoglu.
También el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que medió en la propuesta iraní junto al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió desde Madrid contra una eventual predisposición de las grandes potencias a no negociar el acuerdo tripartito.
«Ahora depende del Consejo de Seguridad de la ONU sentarse con disposición de negociar, porque si se sienta sin querer negociar, todo va a volver atrás», advirtió.
En opinión del jefe de la diplomacia iraní, Manushehr Mottaki, «no hay ninguna posibilidad de que esta resolución (de nuevas sanciones) sea adoptada», según declaró al canal iraní Al Alam.
El proyecto de nuevas sanciones contra Irán, que se sospecha que intenta dotarse de armas nucleares, recibió el martes el respaldo de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluido Pekín, principal defensor y socio comercial de Teherán.
La propuesta irano-turco-brasileña prevé el canje en Turquía de 1.200 kg de uranio iraní enriquecido al 3,5% por 120 kg de combustible enriquecido al 20%, proporcionado por las grandes potencias y destinado al reactor nuclear de investigación médica de Teherán.
Pero Teherán anunció al mismo tiempo su intención de continuar produciendo uranio enriquecido al 20%, lo que según Washington fue un elemento esencial para convencer a los miembros del Consejo de apoyar nuevas sanciones.
«Hemos trabajado estrechamente con nuestros socios del grupo de los Seis (ndlr: los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) sobre un proyecto de nueva resolución de sanciones contra Irán, y me alegra decir que hemos alcanzado un acuerdo sobre un fuerte proyecto, con la cooperación de Rusia y China», anunció el martes en Washington la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
Su homólogo ruso, Serguei Lavrov, confirmó el miércoles desde Moscú que Rusia respalda el proyecto de resolución.
Irán ya es objeto de cinco resoluciones de la ONU que condenan su política nuclear, tres de las cuales incluyen sanciones.
El nuevo proyecto busca principalmente restringir las ventas de armas a Irán y las inversiones iraníes en el extranjero, dotando a la comunidad internacional de mayores medios de control.