San Juan de las Manzanas


Del conocido cuentista mexicano, Edmundo Valadés, que también ejerce el periodismo, el Fondo de Cultura Económica publicó la octava reimpresión (1975) de una colección de cuentos cortos bajo el tí­tulo «La Muerte Tiene Permiso», tal el nombre del que inicia el libro. Pues bien, del pueblo de San Juan de las Manzanas, acudió una delegación de hombres rurales a plantearle una serie de problemas a la autoridad que habí­a llegado en representación del gobierno y con la misión de resolverlos. Los campesinos tienen miedo de hablar, de pedir. Además, ¿para qué? si al gobierno ni lo conocen. Por fin, deciden que sea Sacramento quien haga las peticiones en nombre de los sanjuaneros. Principia por decir que la queja mayor es contra el Presidente Municipal, por sus desmanes: «…como nos vio con rencor, nos acusó quesque por revoltosos… Se nos vino entonces con eso de las cuentas; lo de los préstamos, siñor, que dizque andábamos atrasados… Crescencio, el que vive por la loma, por ai donde está el aguaje y que le intelige a eso de los números, pos hizo la cuenta y no era verdá; nos querí­a cobrar demás… Y luego vino lo del agua. Como hay poca, porque hubo malas lluvias, nos la querí­a cobrar y unos acompañantes nos robaron dos muchachas… Se las llevaron a fuerza al monte y ai las dejaron tiradas… «y como nadie nos hace caso, que a todas las autoridades hemos visto y pos no sabemos dónde andará la justicia, queremos tomar aquí­ providencias… Solicitamos su venia para hacernos justicia por nuestra propia mano…»

René Arturo Villegas Lara

El que preside la delegación del gobierno discute con sus acompañantes la procedencia de la petición:

-Es absurdo, no podemos sancionar esa inconcebible petición.

-No, compañero, no es absurda… Serí­a cobardí­a esperar que nuestra justicia hiciera justicia. Prefiero solidarizarme con estos hombres, con su justicia primitiva, pero justicia al fin…

-Pero somos civilizados, tenemos instituciones…

-Serí­a justificar la barbarie con actos fuera de la ley.

-¿Y qué peores actos fuera de la ley que los que ellos denuncian? Si a nosotros nos hubieran causado menos daño… ya nos hubiéramos olvidado de una justicia que no interviene….

Después de tanto jaleo, el asunto se somete a votación y por unanimidad resuelven dar permiso a los de San Juan de las Manzanas, para lo que solicitan. Entonces, Sacramento, que permaneció de pie esperando el resultado, al escuchar lo del permiso, dice:

-Pos muchas gracias por el permiso, porque como nadie nos hací­a caso, desde ayer el Presidente Municipal de San Juan de las Manzanas, está difunto.

Si como dice la presentación del libro: «Cada uno de sus cuentos es una tentativa bienlograda de recrear, con datos de la realidad, un mundo en que la ironí­a y la ternura son acaso sus mejores cualidades», no se necesita mayor razonamiento para trasladar ese hecho literario a la realidad de lo que sucede en nuestro entorno, sólo que aquí­ ni siquiera se pide permiso. Y como la primera edición del libro es de 1955, parece ser que la crí­tica a la ausencia de la impartición de justicia, ya es cincuentona.