Samak retira candidatura


El primer ministro saliente de Tailandia, Samak Sundaravej -enfrentado a las protestas populares y a una decisión judicial- decidió hoy retirar su candidatura para un nuevo mandato debido a fuertes divergencias en el seno de su partido, que horas antes habí­an impedido su reelección.


«Samak rechazará su nominación. Después dimitirá de su puesto de lí­der» del Partido del Poder del Pueblo (PPP), declaró un colaborador cercano que requirió el anonimato.

Horas antes, los diputados de la coalición en el poder, que se preveí­a que reeligiesen a Samak en el cargo pese, no se habí­an presentado a una sesión de votación en el Parlamento.

Sólo 161 de los 470 parlamentarios de la cámara baja, todos pertenecientes al opositor Partido Demócrata, acudieron a la sesión de elección del nuevo primer ministro, lo que fue interpretado como un nuevo golpe a Samak.

«La sesión se aplaza hasta el miércoles», declaró el presidente de la cámara, Chai Chidchob.

Ayer, la mayorí­a de los parlamentarios del PPP se habí­a pronunciado a favor de la reelección de Samak, quien habí­a aceptado presentarse para un nuevo mandato.

Pero una facción del PPP, que ocupa 223 escaños en el Parlamento, habí­an considerado que el primer ministro saliente ya no es la persona adecuada para dirigir el gobierno.

Al menos otras dos formaciones de la coalición gubernamental expresaron abiertamente reservas sobre la candidatura de Samak, de 73 años, que el Tribunal Constitucional declaró culpable de haber aceptado de forma ilegal cobrar de una empresa privada por presentar programas de cocina en televisión, obligándolo a renunciar.

«Cada partido deberá organizar una discusión interna para presentar un candidato en la sesión de la semana próxima», dijo hoy Somchai Wongsawat, primer ministro interino y número dos del PPP.

Los otros cinco partidos que forman la coalición gubernamental tailandesa suman 83 diputados. Uno de ellos, el Chart Thai -con 34 escaños- afirmó, tras la sesión frustrada de hoy, que daba «otra oportunidad» para que el PPP encontrase un nuevo candidato.

En su decisión del martes, el Tribunal Constitucional no habí­a excluido a Samak de la vida polí­tica, pero el primer ministro saliente estaba debilitado desde el 26 de agosto por la ocupación de la casa de gobierno en Bangkok, donde están atrincherados miles de manifestantes que exigen su partida.

Según los analistas, no le queda otra opción a la coalición gubernamental que ponerse de acuerdo sobre otro candidato. «Si se limitan a imponer a un primer ministro a los partidos de la coalición, no funcionará», consideró Michael Nelson, profesor de la Universidad Chulalongkorn de Bangkok.

Samak fue investido primer ministro en febrero, al término de las primeras elecciones legislativas desde el golpe de Estado que en 2006 derrocó al ex hombre fuerte de Tailandia, Thaksin Shinawatra, refugiado en Gran Bretaña a raí­z de acusaciones de corrupción. Los detractores de Samak lo acusan de ser «una marioneta» de Thaksin.