El gobierno de El Salvador instó a los salvadoreños a que no viajen ilegalmente a Estados Unidos ante el riesgo de morir en el camino o a ser detenidos y deportados al país.
«La lectura que hacemos es la siguiente: en primer lugar destacar los enormes riesgos que conlleva viajar de manera indocumentada. Vemos lo que sucedió en Phoenix, Arizona, en donde hay varios muertos en un accidente y otros muchos hechos donde hay asaltos y muertes en el camino», dijo a la prensa la vicecanciller para Salvadoreños en el Exterior, Margarita Escobar.
Escobar recordó que el pasado 7 de agosto murieron en un accidente de tránsito cinco indocumentados salvadoreños en la ciudad estadounidense de Phoenix, cuando viajaban en una camioneta junto con 13 personas más, también en situación ilegal en ese país.
A diario, entre 200 y 400 salvadoreños agobiados por la falta de empleo o por precarias condiciones económicas deciden dejar el país y emprenden su viaje como indocumentados, la mayoría, a Estados Unidos, según datos de organismos internacionales.
Según cifras oficiales, en los últimos tres años han sido deportados al país 216.773 salvadoreños desde distintas naciones, sobre todo de Estados Unidos, México y Canadá.
El gobierno salvadoreño también está preocupado por los constantes operativos que las autoridades migratrorias de Estados Unidos realizan en fabricas y otros establecimientos en busca de trabajadores indocumentados.
«El riesgo de ser detenidos y deportados continúa siendo latente debido a la política de dicho país y de la aplicación de su ley actual sobre inmigración», sostuvo Escobar.
El Salvador mantiene una campaña radial en la que advierte contra viajar indocumentado a Estados Unidos por lo «peligroso» del camino.
El lunes, en una redada contra inmigrantes ilegales efectuada en una fábrica en Laurel, Misisipi, se detuvo a 595 personas, entre los cuales se presume hay al menos cuatro ciudadanos de El Salvador, según datos de la cancillería.
La vicecanciller señaló la necesidad de que en Estados Unidos se retome la discución del diseño de una política migratoria integral que pueda dar estabilidad a millones de personas que viven en ese país en forma ilegal.
«Una vez sea el tiempo político, el Congreso debe de retormar (la discusión de) la reforma migratoria integral», sostuvo la funcionaria salvadoreña.
Unos 2,8 millones de salvadoreños viven en el extranjero, de los cuales 2,3 millones en Estados Unidos y sus remesas son importantes para el sostenimiento de la economía del país.
El Salvador, según el Banco Central de Reserva, cerró 2007 con un total de 3.695,3 millones de dólares en concepto de remesas, un 6,5% más que en 2006, y representan el 18,1% del Producto Interno Bruto del país.