Las históricas fuerzas de izquierda y de derecha protagonizan el próximo domingo en El Salvador la segunda vuelta de las elecciones para elegir al presidente que gobernará el país entre 2014 y 2019, con dos modelos enfrentados: programas sociales versus libertad de mercado.
San Salvador, Agencia dpa
La izquierda oficialista está representada por la fórmula integrada por los exjefes guerrilleros Salvador Sánchez Cerén y Oscar Ortiz, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El primero es el vicepresidente del actual gobierno y el segundo, alcalde de la populosa ciudad de Santa Tecla.
La derecha opositora estará representada por el actual alcalde de la capital San Salvador, Norman Quijano, y por el académico René Portillo Cuadra, de quien no se conoce mucha trayectoria. Ambos representan a Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Quijano tiene carrera política desde la administración pública municipal y en el Parlamento como diputado.
La segunda ronda es necesaria porque ninguno de los dos candidatos obtuvo más del 50 por ciento de los sufragios, necesarios para que se proclamara un ganador en la primera vuelta. En esta ocasión están convocados más de 4,9 millones de salvadoreños para asistir a 1.593 centros de votación distribuidos en todo el país.
La rivalidad entre el FMLN y ARENA data desde los años de la guerra civil. Fueron enemigos a muerte desde los Escuadrones de la Muerte, creados por el ya fallecido militar Roberto D’Aubuisson Arrieta, quien también fundó ARENA; Años en los que el FMLN golpeaba con sus clandestinos comandos urbanos, por medio de atentados, sabotajes y secuestro contra los “sostenedores de la dictadura militar”.
Tras la finalización de la guerra civil con un pacto firmado en 1992 entre el entonces presidente Alfredo Cristiani (primer mandatario arenero) y la comandancia del FMLN, se han enfrentado en cuatro comicios presidenciales, tres de los cuales ganó ARENA. El domingo próximo el favorito para triunfar es el FMLN, que según las últimas encuestas está arriba de ARENA con un promedio de 14 puntos porcentuales.
Durante la presente campaña política se pudo evidenciar el enfrentamiento de dos programas opuestos. El FMLN con un modelo más social y en beneficio de sectores tradicionalmente excluidos y marginados como los campesinos pobres, los ancianos, las mujeres y los menores de edad, que en el actual gobierno fueron objeto de programas como el de agricultura familiar, pensiones básicas y paquetes escolares (vaso de leche, uniforme, útiles y zapatos).
ARENA, por su parte, defensora del modelo conocido como neoliberal, en el que el Estado sólo regula al mercado, encargado del desarrollo y de la prosperidad. ARENA inició la campaña proselitista asegurando que los programas sociales eran un «despilfarro” de los recursos nacionales, pero después del fracaso en la primera vuelta electoral, el 2 de febrero pasado, cambió radicalmente su tono y ahora promete no sólo sostener los programas sociales del actual gobierno, sino incrementarlos.
El próximo gobernante enfrentará difíciles desafíos: gobernabilidad, desarrollo económico y seguridad pública.
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Todas las mediciones de la intención del voto para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en El Salvador dan como amplio favorito al izquierdista y oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y su candidato, el actual vicepresidente Salvador Sánchez Cerén.
En la semana del 17 al 21 de febrero se conocieron siete sondeos, en los cuales la ventaja para el FMLN de cara a la segunda vuelta de este domingo oscila entre 9,8 y 20 puntos porcentuales sobre su rival, la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que postula a la presidencia al alcalde de San Salvador, Norman Quijano.
Sánchez Cerén ganó la primera vuelta celebrada el 2 de febrero, con un 48,93 por ciento de la votación, frente a un 38, 96 por ciento obtenido por Norman Quijano. Sin embargo, al no lograr más de la mitad de los votos válidos para proclamarse presidente, el candidato oficialista se medirá en la segunda vuelta al aspirante opositor más cercano.
Analistas locales atribuyen la ventaja lograda por el FMLN al peso de la gestión del presidente Mauricio Funes, que durante su mandato ha mantenido una aprobación mayor al 60 por ciento, gracias a programas como el de agricultura familiar, pensiones básicas y paquetes escolares (vaso de leche, uniforme, útiles y zapatos).
En el caso de ARENA, los expertos consideran que el estallido de casos de corrupción que involucran la gestión del ex presidente Francisco Flores (1999-2004), antiguo asesor principal del partido, le hicieron caer en su caudal de votos.