Salud con pertinencia cultural: el gran reto


Uno de los retos importantes en Guatemala es reconocer que la cultura Maya tiene prácticas ancestrales relacionadas con la salud, con un sistema y formas propias de funcionar, especialmente en lo relativo a la salud sexual y reproductiva, con conceptos y costumbres asociados al control de la fecundidad, la salud materna, desde el embarazo hasta el posparto.


De acuerdo con el doctor Alejandro Silva, oficial de salud sexual y reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Guatemala (UNFPA), los estudios demuestran que el trabajo de las comadronas es de beneficio para las mujeres, al utilizar métodos que la medicina occidental prohí­be.

Silva dijo a Cerigua, en el marco del reportaje Interculturalidad para vivir los Derechos Sexuales y Reproductivos, apoyado por el UNFPA, que una de las importantes prácticas en las culturas indí­genas en Guatemala es dar a luz en posición vertical, contrario a lo que ocurre en los hospitales, donde esta acción ocurre horizontalmente.

Las experiencias ancestrales en salud, especialmente en lo relativo a la salud sexual y reproductiva, reducen el tiempo del parto, aunque no inciden mucho en la reducción de la muerte materna, ayudan a disminuir la mortalidad infantil.

El gran reto es la articulación del saber indí­gena y el occidental y aunque el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSAPS) trabaja en algún proceso, aún falta por reconocer plenamente las prácticas culturales de los pueblos, especialmente las de las comadronas, agregó Silva.

Entre los años 2004 y 2005 el MSPAS retomó el tema de las parteras y en el 2006 se observó más apertura en los centros asistenciales, pues algunos servicios permitieron el ingreso de las prestadoras, para acompañar a la paciente, aunque la atención sigue a cargo de los médicos.

Un paso importante del Ministerio es la creación de la Unidad de Pueblos Indí­genas; el UNFPA acompaña este proyecto, que incluye diálogos regionales con comadronas, a quienes se les pregunta cómo quieren ser vistas en el sistema de salud.

Se insiste en que el MSPAS debe reconocer el saber Maya, entenderlo y permitir que las comadronas se conviertan en aliadas estratégicas del sistema occidental, pero también es necesario trabajar con el prestador de servicio, que desconoce aspectos sobre las prácticas ancestrales, con lo que se mejorará la percepción de las usuarias sobre el sistema de salud, concluyó Silva.