Un electricista que reconoció haberle quitado la vida de un disparo a un distribuidor de tarjetas telefónicas, quien minutos antes había asesinado a su hijo, recuperó su libertad bajo fianza esta mañana.
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El juzgado Segundo de Primera Instancia Penal le reformó los delitos al confeso y le otorgó una fianza de Q10 mil con la que recuperó su libertad.
La judicatura también resolvió clausurar el proceso penal contra el hijo de este, quien el 15 de diciembre último pudo observar el confuso incidente en el que su hermano fue asesinado y, posteriormente, su padre asesinó al primer victimario.
SUCESO
La imparable violencia que acecha al país ha generado una paranoia colectiva y uno de los ejemplos es el caso del doble asesinato ocurrido en diciembre último en Avenida La Reforma.
Aproximadamente a las 13:30 horas, el semáforo de la 15 calle y Avenida La Reforma marcó rojo y Víctor Hugo Say Cajchún aprovechó para bajarse del vehículo en el que se transportaba junto a su padre Otto René Say Simaj y su hermano, Henry Darío Say Cajchún. Su intención era comprar una tarjeta telefónica.
En esa esquina distribuía tarjetas Juan Carlos Córdoba Gómez, de 29 años, quien, según la hipótesis policial, creyó que Víctor Say pretendía asaltarlo y su primera reacción fue sacar su arma y dispararle a quemarropa.
El conductor del vehículo y padre de la víctima, al observar el incidente, atropelló al distribuidor de tarjetas, quien intentaba huir del lugar después de haber disparado; sin embargo, al verse atropellado, sacó su arma y amenazó con matar al copiloto del vehículo (hermano de la primera víctima). Tras un forcejeo entre Otto Say y el victimario, el padre de la víctima le arrebató el arma y le disparó.
Los detalles anteriores son parte de las declaraciones que constan en el expediente que el Ministerio Público abrió contra Say y su hijo, quienes tras el incidente no se dieron a la fuga, sino esperaron a las autoridades competentes.
«Todos me decían que me fuera de allí, pero yo Quería esperar que llegara la policía y el MP para explicarles lo que había pasado», cita la declaración del sindicado.
REFORMA
Carlos Aguilar, juez Segundo de Primera Instancia, otorgó una medida sustitutiva al padre de la víctima, quien confesó haber disparado contra el distribuidor de tarjetas luego que este matara a su hijo.
La Fiscalía imputó a padre e hijo los delitos de robo en grado de tentativa, homicidio y conspiración; no obstante estos fueron reformados por el de homicidio en grado de emoción violenta y una fianza de Q10 mil para el primero; y clausurar del proceso para el segundo.
Después de pasar un mes y veinte días en la cárcel y presenciado el asesinato de su hijo, Say canceló la caución y recuperó su libertad. Posiblemente partió de los tribunales hacia el cementerio donde fue enterrado Víctor Say, pues no pudo asistir a su entierro porque estaba en prisión.