Según el último balance comunicado por la policía y por testigos, al menos 600 personas murieron desde el domingo en los combates que empezaron el domingo y alcanzaron cuatro Estados septentrionales de Nigeria (Borno, cuya capital es Maiduguri, Bauchi, Kano y Yobe).
Según un periodista, los combates habían finalizado el jueves de mañana en Maiduguri.
Una fuente policial que pidió el anonimato indicó que unos 200 miembros de la secta de los «talibanes» murieron en los ataques llevados a cabo la madrugada del jueves por el ejército contra la periferia de su bastión de Maiduguri.
Las tropas bombardearon el bastión durante la noche, y luego dispararon con armas pesadas y livianas por la mañana mientras los insurgentes radicales intentaban huir, dijeron testigos y fuentes policiales.
«Hemos tomado su feudo. Se dieron a la fuga, pero los estamos persiguiendo», declaró el coronel Ben Ahonotu, jefe de las operaciones militares en Maiduguri.
A pesar de que se desconocía la suerte del líder de la secta, Mohammed Yusuf, un responsable policial dijo que el número dos de los «talibanes» estaba entre los muertos.
«Abubakar Shekau murió junto a 200 partidarios (…) mientras intentaban escapar» de Maiduguri, dijo un oficial de policía que pidió el anonimato.
Un periodista local afirmó haber visto y contabilizado el jueves por la mañana los cadáveres de 90 milicianos islamistas en Maiduguri.
«Unos 70 cuerpos estaban diseminados alrededor de la mezquita y de la base de los talibanes. Dentro de una casa, hemos visto a 20 cuerpos más», declaró Mustapha Isa, periodista del diario nacional Daily Trust.
Además, un periodista presente en Maiduguri vio el martes y el miércoles unos 20 cadáveres de «talibanes» que no habían sido contabilizados en un patio de la comisaría central de la ciudad.
Un periodista constató este jueves que los combates en la capital del Estado de Borno habían terminado, señal del final del operativo en el que el presidente nigeriano, Umaru Yar»Adua, pidió que se aplastara a los talibanes «de una vez por todas».
Según un policía, más de 3.000 habitantes de Maiduguri, esencialmente cristianos, huyeron para refugiarse en los cuarteles.
La violencia estalló el domingo, cuando los islamistas intentaron atacar una comisaría en el Estado de Bauchi. Se propagó luego a otros tres Estados: Borno, Kano y Yobe.
El martes, las fuerzas de seguridad lanzaron una vasta ofensiva contra la secta islamista en la capital del Estado de Borno, con el objetivo de poner fin al levantamiento de estos «talibanes» nigerianos que quieren liberar a la sociedad de la «inmoralidad» y la «infidelidad» y que se oponen a la educación occidental.
Los extremistas nigerianos comenzaron a actuar en 2002 en Maiduguri para luego establecerse en 2004 en un campamento en el pueblo de Kanamma, en Yobe, en la frontera con Níger, bautizado «Afganistán».
Tras la intervención de las tropas enviadas por Abuja, los militantes resurgieron luego en Maiduguri.
Estos enfrentamientos son los más sangrientos en Nigeria desde noviembre de 2008, cuando organismos de derechos humanos dijeron que hasta 700 personas murieron en la ciudad de Jos, entre el sur cristiano y el norte musulmán, en choques entre estas dos comunidades religiosas.
El norte de Nigeria es mayoritariamente musulmán, pero viven en las ciudades importantes minorías cristianas por lo que las tensiones comunitarias aumentaron.