Salario mí­nimo, un derecho


Todo trabajador tiene derecho a devengar un salario mí­nimo que cubra sus necesidades de orden material, moral y cultural, que le permita satisfacer sus deberes familiares.

Pedro Mateo
chamateo99@hotmail.com

El salario es una retribución que el patrono debe pagar al trabajador y es justo cuando esa cantidad es acorde a la intensidad, calidad y condiciones en que se prestan los servicios, y ante la falta de un salario digno como sucede en Guatemala, el Estado está obligado a tutelarlo como establece la ley. La falta de acuerdo en la Comisión Nacional del Salario para incrementar el salario de las trabajadoras y trabajadores durante el año 2009, implica que el Organismo Ejecutivo tiene la responsabilidad de fijar un salario mí­nimo.

El Derecho al trabajo es una responsabilidad social, por lo que deben solucionarse las necesidades de cada ciudadano y posteriormente analizar las causas de los problemas socioeconómicos que afrontan la clase trabajadora durante los últimos años. Es preocupante ver los altos í­ndices de desempleo, inaccesibilidad a servicios básicos, inseguridad, agudización del hambre, incumplimiento de las leyes, despido injustificado de trabajadores sin prestaciones y falta de condiciones mí­nimas en los centros de trabajo, pero es urgente un salario mí­nimo para encarar el alto costo de la vida.

Los actuales salarios diarios de Q47.00 para los trabajadores del campo y 48.50 para los no agrí­colas, deben duplicarse y NO aplicarse la polí­tica de trabajo por productividad, ya que solo beneficia más a los empresarios. Las grandes desigualdades, explotaciones y la discriminación entre guatemaltecos es resultado de las polí­ticas capitalistas que han implementado algunos malos empresarios, obligando a miles de compatriotas a emigrar hacia los Estados Unidos para buscar mejores condiciones de vida. La Constitución Polí­tica de la República y el Código de Trabajo son claros en señalar los derechos de las personas, pero lamentablemente no existe voluntad de las autoridades para cumplirlas y ello permite a los empresarios y finqueros seguir con sus arbitrariedades y abusos contra los trabajadores. Se necesita atención inmediata a este problema estructural, donde el gobierno tiene la responsabilidad de hacer cumplir las leyes.

A futuro debe discutirse a fondo las reformas al Código de Trabajo para establecer la obligatoriedad de fijar salarios dignos anualmente y no la productividad explotadora de la fuerza laboral de personas comprendidas entre la edad de 16 a 25 años de edad. Asimismo, se debe discutir los derechos y obligaciones del sector empleador y de los trabajadores, sin permitir que la globalización y los intereses económicos sectoriales impongan la flexibilidad laboral y la libre contratación de trabajadores.

A dos años de la vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC), se ha agravado el desempleo en Guatemala, y se ha incrementado ganancias para las empresas transnacionales, por lo que es necesario contrarrestar las violaciones a los derechos laborales y evitar que sean violentadas las leyes que protegen la clase obrera. El gobierno debe cumplir los principios de su ideologí­a polí­tica, priorizando los derechos colectivos sobre los intereses individuales y eso debe reflejarse en el cumplimiento de los derechos que tienen los trabajadores a nivel nacional.