Sacudamos a la Cancillerí­a


Un paí­s pequeño con un presupuesto precario tiene que tener una gran habilidad para obtener el mayor resultado, el mejor producto en sus relaciones internacionales y para lograrlo su principal activo debe ser el recurso humano.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Guatemala tiene embajadores vitalicios, algunos de ellos con más de 20 años de encontrarse en el exterior, muchos casados con extranjeros; sus hijos no son guatemaltecos, nacieron, se educaron, se casaron fuera de nuestro paí­s. La Cancillerí­a y los diferentes gobiernos no establecen una rotación de embajadores y de miembros en las diferentes embajadas y consulados. Cuando un diplomático se casa con una persona de nacionalidad del paí­s donde está acreditado, la rotación y el traslado debe ser automático.

Haciendo un parangón con el béisbol, la actual Cancillerí­a ha ido al bate en múltiples oportunidades y en todas la ponchan. No son el Presidente y Vicepresidente de la República los que deben preparar los viajes, negociar la agenda, acordar y concertar las reuniones con los gobernantes de los paí­ses a donde se dirigen. Ese es el trabajo previo que los embajadores, su personal y ante todo el Ministro y los Viceministros tienen que efectuar. Es muy cómodo, es muy agradable vivir años de años en el extranjero como embajador, pero en qué paí­s, en qué empresa se admite que sólo obtengamos malos resultados.

«Strike one». En Guatemala se permite que públicamente los embajadores opinen, den declaraciones a la Prensa sobre el tema que deseen. ¿Es eso un acierto o un desacierto de la Cancillerí­a? Comparémonos. Qué declaraciones ha dado el actual embajador en Washington a favor del millón y medio de guatemaltecos que legalmente o no se encuentran trabajando en Estados Unidos? ¿Qué ha hecho para que no se hagan redadas en contra de los connacionales? Cuál ha sido su actitud porque un jefe de Policí­a o cualquier otro funcionario cree una cárcel de tiendas de campaña donde nuestros connacionales se asan durante el dí­a y en la noche se congelan, porque él decide mantenerlos presos como delincuentes cuando lo único que se les puede atribuir es una falta administrativa al no poseer una visa y un permiso de trabajo.

«Strike two». En el importantí­simo tema del reclamo territorial, insular y marí­timo entre Belice y Guatemala, donde el futuro del millón de guatemaltecos que pronto poblarán Petén está en peligro, ¿qué aciertos puede atribuí­rsele al embajador en la OEA, al de Belice o mucho menos al Canciller y sus tres viceministros?

«Strike three». ¿Quién es el responsable de evitar un desacierto al Presidente y al Vicepresidente en una visita oficial como es el reciente caso de la visita al hermano paí­s de Cuba? Por supuesto que es el Canciller y sus viceministros quienes tendrí­an que negociar previamente cada minuto, cada acto, el desarrollo de la agenda y su adecuado resultado para el Presidente.

En todas las oportunidades que oficialmente viajé representando al Estado de Guatemala, me reuní­ con el presidente, el vicepresidente y el canciller de los paí­ses a los que visité. Cuba no fue la excepción, en las dos oportunidades, una por la reunión del G-70 y otra en visita oficial, tuve el honor de reunirme con el presidente Fidel Castro, con el vicepresidente Carlos Lange, con el canciller Felipe Pérez Roque y también de intercambiar información y lograr acuerdos de mutuo apoyo con los ministros de Educación, Salud y Agricultura.

Por ello, lamento este tercer strike donde indudablemente quedó «ponchado» el Ejecutivo como lo evidencian las reacciones y manifestaciones de la mayorí­a de quienes se han expresado públicamente.