Un sacerdote belga e importante defensor del desarrollo del tercer mundo admitió haber abusado sexualmente de un menor hace 40 años, informó hoy el director de la organización de asistencia que fundó.
El caso de Francois Houtart, de 85 años, fue revelado cuando la hermana de la víctima denunció el caso ante una campaña para postular al sacerdote para el Premio Nobel de la Paz.
La hermana de la víctima se puso en contacto en octubre con Cetri, una organización sin fines de lucro a fin de informarles a sus miembros sobre el abuso, dijo Bernard Duterme, director de la organización.
A principios de noviembre Houtart renunció al directorio de Cetri, que había fundado en la década de 1970, dijo Duterme.
Houtart, que actualmente está en Ecuador, no respondió de inmediato llamadas telefónicas ni correos electrónicos hoy. Sin embargo, en una entrevista con un diario belga Le Soir, Houtart reveló que en dos ocasiones tocó «las partes íntimas» de un niño a quien señalaba como su primo hace 40 años.
El sacerdote calificó el incidente como «desconsiderado e irresponsable», según el diario.
La mujer, sin embargo, afirmó que él violó a su hermano dos veces, según se informó.
La Iglesia Católica en Bélgica ha sido sacudida por un escándalo de abuso sexual y en junio publicó un informe detallado con los angustiosos relatos de más de 100 víctimas. Las edades de los niños abusados iban desde los dos hasta los seis años de edad.
En una entrevista, Houtart dijo que la hermana también contactó al comité que hacía campaña para su nominación al Premio Nobel de la Paz.
«El mensaje de mi prima fue una advertencia que yo sólo pude entender», indicó Houtart según el diario. Relató cómo ingresó al cuarto del niño mientras pernoctaba en la casa de los padres del niño cerca de Liege, en el este de Bélgica.
«Al pasar por el cuarto de uno de los niños de la familia, efectivamente yo le toqué las partes íntimas dos veces, con lo cual le desperté y se asustó», relató Houtart según el diario.
El comité suspendió en noviembre su campaña para nominar a Houtart al premio Nobel del 2011, alegando que el sacerdote había pedido su cese debido a «su edad y sus proyectos personales que no le iban a permitir asumir el papel totalmente tal como se requería en esas circunstancias».
En una declaración, el comité dijo que «miles de personas» de 74 países habían participado en la campaña de recolección de firmas, reconociendo el papel de Houtart en el movimiento de justicia social y antiglobalización.
Francois Polet, otro empleado de Cetri, dijo que la organización decidió no hacer pública la razón de la renuncia de Houtart de la junta ante el pedido de la hermana de la víctima.
«Fue una gran, gran sorpresa y una gran gran (decepción)», dijo Polet ante la revelación.