Rusia y Venezuela quieren ser contrapeso de Estados Unidos


Hugo Chávez, presidente de Venezuela, juega con una réplica de un avión Tupolev TU-160, mientras Vladimir Putin, primer ministro ruso, lo observa.

Los presidentes de Rusia y Venezuela prometieron hoy fortalecer sus relaciones creando un «sólido contrapeso» a Estados Unidos, y anunciaron la creación de un consorcio de cinco gigantes petroleros rusos que invertirán «decenas de miles de millones de dólares» en territorio venezolano.


«Hoy firmaremos una serie de acuerdos para fortalecer nuestra cooperación», afirmó el presidente ruso Dimitri Medvedev, al saludar a su homólogo venezolano Hugo Chávez, un enérgico crí­tico del «imperialismo norteamericano», en Orenburgo (sudoeste de Rusia).

Medvedev afirmó que esperaba firmar acuerdos de cooperación «en los sectores económico y militar».

Dos convenios firmados durante una ceremonia pública están destinados a incrementar los ví­nculos en materia energética entre estos dos paí­ses petroleros rivales de Estados Unidos.

Cinco gigantes rusos de producción de hidrocarburos invertirán «decenas de miles de millones de dólares» en Venezuela en el marco de un consorcio que será instaurado de aquí­ a la primavera (boreal) de 2009, anunció hoy en Orenburgo el ministro ruso de Energí­a, Serguei Shmatko.

«Si se habla de todas las actividades del consorcio, de lo firmado hoy y de los sectores en los cuales tenemos la intención de trabajar, se trata de decenas de miles de millones de dólares», declaró Shmatko tras una entrevista de Medvedev y Chávez.

Cinco grupos rusos –Gazprom, Lukoil, TNK-BP, Surgutnefnegaz y Rosneft– crearán en un principio un consorcio ruso, y después las compañí­as venezolanas, entre ellas PDVSA (Petróleos de Venezuela) se asociarán, precisó.

Shmatko y su homólogo venezolano, Rafael Ramí­rez, firmaron luego un convenio «para desarrollar un acuerdo especial intergubernamental en el sector energético».

Se trata de la tercera visita del presidente venezolano a Rusia desde junio de 2007. Chávez se reunió ayer con el primer ministro ruso Vladimir Putin, quien ofreció la ayuda de Rusia para desarrollar la energí­a nuclear en Venezuela.

La visita de Chávez tiene lugar en momentos en que una flota de barcos de guerra rusos se dispone a efectuar frente a las costas venezolanas maniobras navales sin precedentes desde la Guerra Frí­a, en una región considerada como un coto vedado de Estados Unidos.

«Quiero agradecer al presidente venezolano por haber organizado una visita de entrenamiento para nuestros bombarderos estratégicos T-160. A principios de noviembre comenzarán grandes maniobras militares. Todo esto muestra el carácter estratégico de nuestras relaciones», subrayó Medvedev.

Ayer, Rusia anunció que otorgó a Venezuela un préstamo de 1 mil millones de dólares (unos 682 millones de euros) para compras de armas. Los dos paí­ses ya firmaron entre 2005 y 2007 doce contratos por un monto de 4.400 millones de dólares. Rusia vendió a Venezuela 24 aviones-caza Sujoi, 50 helicópteros de combate y 100 mil fusiles de asalto Kalashnikov. Esta cooperación es muy mal vista por Estados Unidos.

Antes de la entrevista de los dos presidentes en las montañas de los Urales, el Kremlin recordó en un comunicado que Rusia y Venezuela realizaban «esfuerzos para crear un sólido contrapeso a la influencia norteamericana».

A nivel polí­tico, Chávez reiteró hoy su apoyo «modesto pero pleno» a Rusia tras su intervención de agosto pasado en Georgia, pero sin reconocer a las repúblicas secesionistas georgianas de Abjasia y Osetia del Sur.

«Aprovechando la ocasión, ratifico el apoyo moral, modesto pero pleno, a las acciones de Rusia en el Cáucaso», declaró Chávez a través de un traductor.

«Sabemos cómo fue atacado el pueblo de Osetia del Sur», agregó.

Medvedev le agradeció su «apoyo moral» a esta operación, condenada por los paí­ses occidentales.