Rusia y Qatar organizarán respectivamente los Mundiales de fútbol de 2018 y 2022, tras ser elegidos este jueves en Zúrich por el Comité Ejecutivo de la FIFA, llevando por primera vez el torneo a Europa Oriental y el Golfo Pérsico, y sorprendiendo a los favoritos.


Rusia, pese a no contar con la presencia de su primer ministro Vladimir Putin en Zúrich, sorprendió a los dos favoritos, Inglaterra y la conjunta de España y Portugal, mientras que Bélgica y Holanda, la cuarta en competición acudía con pocas posibilidades.
Qatar, por su parte, se convertirá en el país más pequeño de la historia en recibir un Mundial, al ser elegida para albergar el torneo de 2022, superando en votación de los 22 miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA, a Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur.
El gran derrotado de la jornada fue Inglaterra, que había realizado una presentación muy profesional, y había desplazado a Zúrich a una delegación de lujo, con el Príncipe Guillermo, el primer ministros David Cameron y el futbolista David Beckham para hacerse con el Mundial de 2018.
Las posibilidades de Rusia y Qatar se habían incrementado en las últimas jornadas, cuando hasta hace poco tiempo se anunciaba una lucha entre Inglaterra y España/Portugal por el Mundial de 2018 y de Estados Unidos, Australia y en menor medida Japón y el país del Golfo Pérsico por el de 2022.
Las jornadas previas a la votación estuvieron salpicadas por denuncias de presunta corrupción en el seno del Comité Ejecutivo de la FIFA, tras investigaciones de la prensa británica, que en opinión de la candidatura inglesa pudieron perjudicar a los intereses de su país.
Rusia organizará el primer Mundial de la historia en Europa Oriental, dejando a Inglaterra, que lo había recibido en 1966, y España, que se presentaba con Portugal, y que lo albergó en 1982, sin una segunda oportunidad.
«Ya hubo diez Mundiales en Europa Occidental y ninguno en Europa Oriental. En nuestra área empezó una nueva era con la caída del Muro de Berlín en 1989. Con un Mundial en Rusia se caería otro muro simbólico para iniciar un nueva era en el fútbol», afirmó Vitaly Mutko, ministro de Deportes ruso.
El viceprimer ministro ruso Igor Shuvalov defendió también un primer Mundial en Europa Oriental.
«Somos más de 200 millones de personas en estos países. Toda una nueva generación desea recibir el torneo», dijo.
El gran problema de Rusia es su falta de infraestructuras, tanto deportivas como turísticas y de transporte.
Alexey Sorokin, director general de la candidatura, afirmó que Rusia puede hacer frente a este problema la falta de infraestructuras. «Proponemos 16 estadios, de los que trece serán construidos y tres remozados».
Por su parte, Qatar, un pequeño país del Golfo Pérsico, de apenas 1,5 millones de habitantes, hizo valer su poder económico, por sus reservas de petróleo y gas.
El pequeño estado asiático debe construir todos sus estadios salvo uno existente ya en Doha. De los 12 que albergarán el Mundial, diez de ellos estarán en un radio de 30 km.
Los estadios serán desmontados tras el Mundial y regalados a países en desarrollo con pocas instalaciones deportivas.
Con una superficie de 11.400 kilómetros cuadrados, Qatar es el país más pequeño del mundo en la historia de la FIFA en organizar un Mundial de fútbol.
El calor es un factor negativo, con temperaturas que pueden llegar hasta los 45 grados centígrados en junio y julio, los meses en los que se disputa el Mundial.
Para luchar contra el calor, el comité de organización destaca su experiencia en otros eventos y propone estadios climatizados de nueva generación, que funcionan con energía solar.
«Gracias por creer en el cambio y en querer divulgar y ampliar el terreno del deporte. Se sentirán orgullosos de nosotros y de Oriente Medio. Es algo que les prometo», dijo el jeque Mohamed Bin Hamad Al Thani, presidente de la candidatura.
Miles de personas, reunidas en las principales plazas del centro de Doha, recibieron con una explosión de entusiasmo el anuncio de la designación de Qatar para la organización del Mundial-2022 de fútbol, que tuvo lugar este jueves en Zúrich.
La multitud recibió con gritos de «Â¡Qatar, Qatar!» el anunció de Joseph Blatter, presidente de la Federación Internacional (FIFA) de convertir a este pequeño país del Golfo Pérsico en sede del Mundial de 2022.
Grandes atascos impedían la circulación en los paseos de la ciudad, especialmente iluminada para la ocasión, donde la muchedumbre, con banderas de Qatar pero también de otros países árabes seguía en una pantalla gigante el anuncio de los resultados en Zúrich.
Gente joven y menos joven hacían sonar sus vuvuzelas, las trompetas de plástico que se hicieron famosas durante el Mundial de Fútbol de Sudáfrica.
«Organizar un Mundial es un honor para Qatar y para todos los árabes», decía Achraf Jaber, un egipcio de 34 años, que vive en Doha.
«Seguir el Mundial en Qatar será una ocasión única», explicaba por su parte Robert Khoury, un libanés de 25 años, porque tendrá «consecuencias económicas que generarán prosperidad».
El país tiene un ambicioso programa de desarrollo de un coste total estimado en 100.000 millones de dólares.
«Estamos todos con Qatar», se leía en una pancarta con los colores del país que llevaban un grupo de jóvenes de distintas nacionalidades.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, que prometió que su país hará «lo mejor posible» para lograr el éxito del Mundial-2018 de fútbol, viajará este jueves por la noche a Zúrich para agradecer a la FIFA la elección como sede del torneo, según la prensa local.
«Me gustaría dar las gracias a los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA por su decisión, ellos han confiado en nosotros para albergar el Mundial de fútbol», comentó Putin en declaraciones retransmitidas por televisión.
El primer ministro ruso y ex presidente había renunciado el miércoles a viajar a Suiza, para «no presionar» a los miembros de la FIFA, a pesar de que su nombre había figurado en un primer momento dentro de la lista de personalidades esperadas en Zúrich.
«Me gustaría presentar personalmente la candidatura de Rusia, pero en las condiciones actuales creo que será mejor no hacerlo y dar la posibilidad a los miembros de la FIFA de que tomen la decisión tranquilamente, sin presiones exteriores», había dicho Putin el miércoles, citado por la agencia Itar-Tass.
Putin ha sido uno de los artífices del éxito ruso en la carrera por el Mundial-2018, donde ha estado promocionando la candidatura, al igual que en su día con la elección de Sochi como sede olímpica de invierno de 2014.