Una sonda espacial rusa enviada a Marte se quedó atascada orbitando el planeta equivocado: el nuestro. Y podría estrellarse contra la Tierra en un par de semanas si los ingenieros no logran ponerla de nuevo en marcha.
Expertos espaciales esperaban el miércoles que los motores de la sonda espacial se puedan encender para enviarla a Marte. De lo contrario, se desplomará a Tierra. Sin embargo, la mayoría de los expertos en desechos espaciales de Estados Unidos creen que las 12 toneladas de combustible tóxico que lleva a bordo explotarían en la atmósfera superior sin causar daños y la nave nunca llegaría al suelo.
El percance en el lanzamiento fue el último en una serie de recientes fallos rusos que han despertado preocupación sobre el estado de la industria espacial del país.
La sonda no tripulada Fobos-Suelo fue lanzada exitosamente por un cohete impulsor Zenit-2 poco después de la medianoche de Moscú (2016 GMT del martes) desde el cosmódromo que los rusos alquilan en Baikonur, Kazajistán. Se desprendió del cohete propulsor unos 11 minutos después y debía activar sus motores dos veces para dirigirse hacia Marte.
Ninguno de los motores se encendió. Así que la nave no pudo salir de la órbita terrestre, y vuela a entre 129 y 212 kilómetros sobre la Tierra. Y esa órbita ya se está deteriorando, de acuerdo con seguimiento por satélite estadounidense.
La Agencia Espacial Federal rusa dijo que la órbita de la sonda y sus fuentes de energía le podrían permitir dar vueltas a la Tierra durante aproximadamente dos semanas. Eso concuerda con los cálculos realizados por la NASA.
«Con base de las órbitas que estamos viendo de la Red de Vigilancia Espacial de Estados Unidos, van a pasar un par de semanas antes de que entre», dijo el miércoles el científico jefe para escombros de la NASA Nicholas Johnson. «No va a ser tan inmediato».
El objetivo de la sonda era obtener muestras del suelo de Fobos, una de las dos lunas de Marte, y regresarlas en una audaz expedición que según algunos científicos podría incluir trozos de Marte atrapados en su luna.
El director de la Agencia Espacial Rusa, Vladimir Popovkin, dijo que el sistema de orientación de la nave pudo haber fallado.
El esfuerzo de rescate ruso fue obstaculizado por una limitada red de comunicaciones con el espacio. Incluso antes del problema, los controladores de vuelo se vieron obligados a pedir a personas en Sudamérica que exploraran el cielo para ver si los motores de la nave se habían encendido.
Astrónomos aficionados fueron los primeros en divisar el problema cuando detectaron que la nave había quedado en órbita terrestre.
A medida que pasó el tiempo el miércoles, expertos en Estados Unidos se mostraron más confiados en que los rusos podrían poner la sonda en marcha, sólo un día o dos más tarde de lo previsto. No hubo avistamientos de una explosión o un encendido parcial de cohetes, que son buenas señales, dijo James Oberg, un veterano de la NASA que ha escrito libros sobre el programa espacial ruso y que ahora trabaja como consultor espacial.
«Estoy cada vez más confiado a medida que nos damos cuenta de que el vehículo está saludable; no explotó», dijo Oberg el miércoles por la tarde.
La agencia rusa dijo que establecerá sus propios equipos de inspección de calidad en las fábricas de cohetes.
La Fobos-Suelo, de 170 millones de dólares, es la primera misión interplanetaria rusa desde una fallida misión robotizada a Marte de 1996.
Si los expertos rusos logran reactivar la nave, alcanzará la órbita marciana en septiembre del 2012 y descenderá sobre Fobos en febrero del 2013, para traer de regreso hasta 200 gramos (7 onzas) de muestras del suelo en agosto del 2014.