Rusia teme «estado terrorista» de Alepo a Bagdad


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La formación de un estado terrorista que abarque desde la segunda ciudad más grande de Siria, Alepo, hasta la capital de Irak, Bagdad, es una posibilidad real, sostuvo el embajador de Rusia ante la ONU.

Por EDITH M. LEDERER, NACIONES UNIDAS Agencia AP

Vitaly Churkin se refirió así al rápido avance de los terroristas del Estado Islámico de Irak y el Levante —EIIL, una organización inspirada por al-Qaida— que están muy activos en Siria, pero que han cruzado la frontera y han capturado una gran franja de territorio iraquí.

Churkin, actual presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, dijo a los otros 14 miembros del organismo que un estado terrorista «es una perspectiva muy, muy grave» que ese organismo de la ONU tiene que abordar, «porque realmente nos estamos quedando atrás… en nuestras respuestas».

En una conferencia de prensa, dijo que una de las razones por las que Rusia está apoyando al gobierno sirio es que Moscú cree que si el gobierno del presidente Bashar Assad se desmorona ahora, «son los terroristas quienes van a relevarlo».

«Estamos tratando de asegurarnos de que ellos (el EIIL) no van a tomar el control de Damasco, algo que podría ser una posibilidad real en algunas circunstancias», dijo Churkin.

Dijo que una de las fuentes de financiación de los terroristas es la venta ilegal de petróleo y que hay muchos informes de que el EIIL está vendiendo petróleo de yacimientos capturados a varias empresas a través de intermediarios.

Rusia quiere que el Consejo de Seguridad aborde el asunto. Churkin dijo que pronto distribuirá un proyecto de declaración presidencial a los miembros del Consejo destinada a impedir que los terroristas vendan petróleo iraquí y sirio para financiar sus actividades ilegales.

Enfatizó que en marzo, el Consejo de Seguridad condenó la exportación ilícita de petróleo crudo de Libia y autorizó a los estados miembros de la ONU a abordar buques sospechosos y devolver al gobierno libio el combustible incautado ilegalmente.

El Consejo actuó tres días después de que comandos especiales de la Marina estadounidense, llamados SEAL, confiscaron un petrolero en las costas de Chipre que transportaba petróleo libio y que una milicia que controla las terminales petroleras del país estaba tratando de exportar en desafío al gobierno central.

Churkin dijo que Estados Unidos y Rusia, que encabezaron las conversaciones de Ginebra, deben presionar para que haya nuevas negociaciones políticas que pongan fin al conflicto sirio, «teniendo en cuenta la nueva dimensión de la amenaza terrorista».