Estados Unidos y Rusia llegaron el viernes a un acuerdo bilateral sobre la entrada de Moscú a la Organización Mundial del Comercio (OMC), que deberían firmar la semana próxima, pero el Congreso, que acaba de pasar a manos de los demócratas, tiene aún algo que decir.
«Hemos llegado a un acuerdo de principio del cual estamos ajustando los detalles», declaró la representante de Comercio (USTR) de Estados Unidos, Susan Schwab, en un comunicado.
Schwab añadió que esperaba firmar el acuerdo con el ministro ruso de Desarrollo Económico Guerman Greff «en Hanoi, al margen de la cumbre de la APEC», en referencia al foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
«Las delegaciones de ambos gobiernos se pusieron de acuerdo sobre todas las condiciones de principio de este acuerdo», confirmó el viernes el ministro ruso de Desarrollo Económico en otro comunicado.
«Ambas delegaciones están llevando a cabo ahora consultas internas» para finalizar el texto del documento final, añadió.
Los jefes de Estado y de gobierno de los 21 países de Asia y el Pacífico deben reunirse el 18 y el 19 de noviembre en la cumbre anual del foro en Hanoi, en la cual participarán el presidente de Estados Unidos, George W. Bush y su homólogo ruso, Vladimir Putin y otros dignatarios.
Bush y Putin deben reunirse el 19 de noviembre, había indicado el jueves a la prensa el consejero estadounidense de Seguridad Nacional Stephen Hadley.
Las negociaciones para la entrada de Rusia en la OMC, en la cual ha sido hasta ahora la más importante de las economías ausentes, estaban suspendidas esperando básicamente la aquiescencia de Estados Unidos.
A fines de octubre, en una instancia fijada para que las partes pudieran arribar a un compromiso, Estados Unidos manifestó que se estaba «cerca» de un acuerdo.
«Las negociaciones bilaterales están en una fase final. La principal cuestión no resuelta con los socios estadounidenses es la de los controles veterinarios» sobre la carne estadounidense, había declarado Gref.
Todo acuerdo bilateral firmado por el presidente republicano George W. Bush debe ser sometido a la aprobación del Congreso, con el cual el USTR «también mantiene consultas», precisó Schwab en el comunicado.
En la medida en que Rusia mantiene relaciones comerciales normales, su adhesión a la OMC impone que este status se transforme en «relaciones comerciales normales permanentes», procedimiento que exige la aprobación por parte de ambas cámaras legislativas.
Un procedimiento similar se aplicó a Vietnam, admitido el martes en la OMC, y que será examinado el lunes en la Cámara de Representantes estadounidense.
Hasta ahora, los legisladores estadounidenses votaban todos los años la renovación de los acuerdos que regían el comercio ruso-estadounidense, debido a una disposición legislativa llamada «enmienda Jackson-Vanik» aprobada en 1974 con el fin de castigar a la extinta Unión Soviética por impedir que sus ciudadanos judíos pudieran emigrar hacia Israel.
La nueva mayoría parlamentaria podría aprovechar especialmente esta ocasión para sancionar el deterioro de los derechos humanos en Rusia bajo la presidencia de Vladimir Putin.
En Estados Unidos, una parte del mundo de los negocios ya se ha pronunciado.
En un comunicado dado a conocer el viernes, la Asociación Nacional de Industriales (NAM) calificó este acuerdo como «etapa histórica»: Rusia es la única gran economía que permanece fuera de la OMC, y es simplemente demasiado grande para ser excluida, señaló.
El intercambio entre Estados Unidos y Rusia representó en 2005 un déficit de 11.200 millones de dólares para Washington, y alcanzó un total de 19.200 millones de dólares.