«En la cumbre de Londres, deberemos alcanzar acuerdos sobre los parámetros de una nueva arquitectura financiera global», afirmó el Kremlin en un comunicado difundido en su portal de internet.
«El obsoleto orden económico mundial unipolar debe ser sustituido por un sistema basado en la interacción de muchos grandes centros», agrega el documento.
Pero para evitar caer en la «imprevisibilidad», es necesario a ojos del Kremlin reforzar el sistema de regulación y revisar el papel de las grandes instituciones financieras.
El gobierno ruso ha atacado el orden económico mundial vigente desde antes de que estallara la crisis financiera.
Rusia prevé presentar en la cumbre del G20 en Londres, a la que asistirá el presidente Dimitri Medvedev, un paquete de ocho medidas para emprender las reformas que estima necesarias.
Según el comunicado, Moscú busca principalmente que se adopten medidas macroeconómicas y presupuestarias comunes a todos los países económicamente influyentes.
También espera crear un nuevo marco mundial de regulación y supervisión del sistema financiero, centrado en los fondos especulativos y las agencias de calificación.
Estima que el número de divisas que sirven de reservas en los bancos centrales debe aumentarse y propone la creación de una «divisa de reserva supranacional» que sería emitida por las instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI debería además contar con más fondos y su mandato ser revisado, detalla el comunicado del Kremlin.
Rusia insiste además en coordinar la ayuda a los países pobres, muy afectados por la crisis, y en no olvidar las cuestiones de seguridad energética.
Finalmente, desea que esta cumbre sea seguida de una conferencia internacional «con el fin de hallar un acuerdo sobre las grandes líneas de la nueva arquitectura mundial y adoptar los convenios internacionales sobre un nuevo marco de regulación financiera mundial».
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