Rusia encara a Gran Bretaña y EE.UU.


Postura. El presidente ruso, Vladimir Putí­n, se ha opuesto a las intenciones de EE.UU. de construir un escudo antimisil.

La batalla diplomática en la que se enzarzaron esta semana Londres y Moscú tiene sabor a otros tiempos, al igual que la disputa ruso-estadounidense por los planes de Washington de extender su escudo antimisiles a Europa del Este, que ha tensado las relaciones de Rusia con Occidente.


El conflicto por el caso de Alexander Litvinenko, un ex espí­a ruso asesinado en Londres, se agravó esta semana con la expulsión de diplomáticos por parte del Reino Unido y de Rusia, en un contexto de extrema tensión entre el Kremlin y Europa por el escudo antimisiles que Washington quiere instalar en la República Checa y en Polonia.

Descrito por Moscú como «un nuevo Muro de Berlí­n» y considerado un desafí­o a los equilibrios estratégicos, el sistema defensivo que Estados Unidos planea establecer en paí­ses de la ex Unión Soviética llevó a Rusia a anunciar su retiro del Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE).

El Kremlin explicó que su decisión de suspender su participación en el FACE, que data de 1990, está estrechamente vinculada a las «circunstancias extraordinarias» que afectan la seguridad en la Federación Rusa.

Según Bobo Lo, especialista en Rusia en el londinense Centro Real de Relaciones Internacionales, esos dos conflictos que conciernen a Moscú, pese a que comparten un aroma de «guerra frí­a», tienen en común sólo una cosa: ambos reflejan una polí­tica exterior «muy vigorosa» por parte de Rusia, «que se ve a sí­ misma como una gran potencia global».

Esos conflictos son «completamente distintos», pero ambos reflejan la «polí­tica exterior muy vigorosa» del Kremlin y la «sobrestimación de Rusia de su propia influencia», explicó el experto, en entrevista con la AFP.

«No sólo el Kremlin y la élite rusa, sino el pueblo en general considera a Rusia como una gran potencia y sobrestima su influencia», señaló.

«Pero la realidad es que Rusia necesita más a Europa de lo que Europa necesita a Rusia», aseguró, tajante.

El analista vaticinó que el conflicto diplomático entre Londres y Moscú, por el caso Litvinenko, asesinado en Londres en noviembre pasado, no va a recrudecerse.

«Creo que probablemente ya pasó lo peor de la crisis entre Rusia y el Reino Unido, al menos por ahora», dijo, pocas horas antes de que Rusia se declarara este viernes dispuesta a «normalizar» sus relaciones con Londres.

Esa fue también la opinión de Jonathan Eyal, del Centro de investigaciones sobre seguridad internacional (RUSI), quien señaló también que «Rusia no quiere una escalada» en este conflicto.

Poco después, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, declaraba que «Rusia desea que se normalicen las relaciones con Gran Bretaña».

«Nosotros estamos dispuestos a eso», afirmó el canciller ruso el viernes en Berlí­n. «Al mismo tiempo, consideramos que esas relaciones deben estar basadas en el respeto de los intereses (de los dos paí­ses) y en el sentido común», agregó Lavrov, citado por la agencia Interfax.

El jueves, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó de «minicrisis» el contencioso con Gran Bretaña, aunque añadió que estaba «seguro» de que los dos paí­ses «la superarí­an».

Y aunque la disputa por el escudo es distinta, refleja también, en opinión de algunos analistas, que Rusia está convencida de que desempeña un gran papel en el mundo.

«La sobrestimación de Rusia de su propia influencia se refleja en su polí­tica, y en una serie de asuntos, como en el tema de la energí­a», explicó Lo.

Otro analista de Chatham House coincidió también en que Rusia necesita más de la Unión Europea (UE) que lo que ésta la necesita.

«La Unión Europea no necesita a Rusia para desempeñar un papel como actor global internacional», dijo el experto, que pidió el anonimato.

«No sólo el Kremlin y la élite rusa, sino el pueblo en general considera a Rusia como una gran potencia y sobrestima su influencia.»

Bobo Lo, especialista en Rusia en el londinense Centro Real de Relaciones Internacionales.