Rusia arremete contra el G7


Unas personas cargan ripio, producto de los ataques en las regiones de Georgia que están en pugna por su independencia.

Rusia rechazó duramente hoy las crí­ticas occidentales a su polí­tica en el Cáucaso y se apresta a firmar un acuerdo para instalar bases militares en Osetia del Sur, según dirigentes de este territorio separatista de Georgia.


La cancillerí­a rusa emitió una airada reacción a las crí­ticas del grupo de siete paí­ses más industrializados (G7) por la decisión de Moscú de reconocer la independencia de Abjasia y Osetia del Sur y denegó a la OTAN cualquier «derecho moral» de juzgarla.

La postura del G7 es «tendenciosa y apunta a justificar las acciones agresivas de Georgia», afirmó el comunicado del ministerio ruso de Relaciones Exteriores.

El portavoz del ministerio, Andrei Nesterenko, afirmó que la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) ignoró en reiteradas ocasiones las leyes internacionales y que «no tiene el derecho moral de pretender un papel de mentor en las relaciones internacionales».

Rusia enfrenta una avalancha de crí­ticas occidentales por haber reconocido a Abjasia y Osetia del Sur, dos zonas independientes de hecho desde los conflictos de inicios de los años 1990, que estallaron al disolverse la Unión Soviética (a la cual pertenecí­a Georgia).

El G7 sostuvo el miércoles que la «decisión de Rusia (de reconocer a Abjasia y Osetia del Sur) pone en entredicho su compromiso con la paz y la seguridad en el Cáucaso» y condenó «el excesivo uso de la fuerza militar por parte de Rusia y su continua ocupación de partes de Georgia».

El miércoles, la OTAN le habí­a pedido a Rusia anular su decisión de reconocer a los separatistas georgianos y acusó a Moscú de violar «las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU».

El conflicto estalló cuando el gobierno georgiano trató este mes de recuperar el control de Osetia del Sur, que recibió apoyo militar ruso para rechazar la ofensiva. Las tropas rusas penetraron luego en territorio georgiano y aún se mantienen en algunas zonas pese a un acuerdo de alto el fuego.

El G7 llamó a Rusia a «cumplir en su totalidad» las disposiciones de ese acuerdo de seis puntos, aunque Moscú asegura que ya lo hizo, pues sus efectivos presentes en Georgia pertenecen a una misión de «mantenimiento de la paz».

Tras reconocer a los separatistas, Rusia se apresta a firmar, el 2 de septiembre, un acuerdo que le permitirá afianzar su presencia en la región instalando bases militares en Osetia del Sur, según anunció el vicepresidente del Parlamento suroseta, Tarzan Kokoiti.

La firma se llevará a cabo al dí­a siguiente de una cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) en Bruselas, convocada por Francia, que preside este semestre la UE, para discutir la crisis en el Cáucaso.

Esa cumbre se abstendrá sin embargo de adoptar sanciones contra Moscú, «porque el momento de las sanciones no ha llegado», dijo hoy una fuente de la Presidencia francesa.

«El Consejo Europeo dirá que el acuerdo de seis puntos debe ser aplicado integralmente. Mientras esto no sea así­, ese acuerdo sigue en observación», indicó la fuente.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, habí­a afirmado ayer que se contemplaban sanciones contra Moscú, aunque subrayó que la propuesta de sanción no emanaba de Francia.

Rusia espera que en el seno de la UE «la razón se imponga a las emociones», dijo hoy el portavoz de la diplomacia rusa Nesterenko.

El martes próximo estará además en Tiflis, la capital georgiana, el vicepresidente estadounidense Dick Cheney, principal figura de la administración republicana del presidente George W. Bush.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó ayer que la ofensiva lanzada por Georgia en Osetia del Sur habí­a sido orquestada por Washington, a fin de generar un conflicto que cree «un clima favorable a uno de los candidatos» a la elección presidencial, en una alusión velada al republicano John McCain.

La Casa Blanca afirmó que esas acusaciones eran «totalmente falsas».

Estados Unidos anunció el enví­o de otro barco de guerra con ayuda humanitaria para Georgia, e indicó que estaba reconsiderando un acuerdo de cooperación nuclear con Rusia.

El presidente ruso Dimitri Nedvedev se reunió por su lado en Dushanbe, la capital de Tayikistán, con el presidente tayiko Emomali Rajmon, en busca de apoyo diplomático.

En una cumbre en Dushanbe, Rusia obtuvo ayer un apoyo parcial de China y cuatro ex repúblicas soviéticas de Asia central, que saludaron su «papel activo en las operaciones de paz y la cooperación en la región», aunque no consiguió respaldo a la decisión de reconocer a Abjasia y Osetia del Sur.

ROMPIMIENTO


Georgia decidió «romper sus relaciones diplomáticas» con Rusia, por lo que los diplomáticos rusos deben abandonar el paí­s, anunció hoy el viceministro georgiano de Relaciones Exteriores, Grigol Vashadzé.

«Ya no tendremos relaciones diplomáticas con Rusia» y «según la Convención de Viena, en un caso así­, los diplomáticos rusos deben abandonar Georgia», declaró.

La ruptura de los lazos diplomáticos será notificada próximamente a Rusia. Entre tanto, dijo Vashadzé, se mantienen «las relaciones consulares».

El parlamento georgiano pidió el jueves al gobierno que rompiese relaciones diplomáticas con Rusia.