La nueva Carta Magna de Ecuador aprobada por la Constituyente será entregada hoy a la corte electoral para que la someta a referendo el 28 de septiembre, en el que el presidente Rafael Correa apuesta por el triunfo del Sí para buscar la reelección hasta 2013.
El texto de 444 artículos, elaborada durante los últimos ocho meses por el órgano controlado por el oficialismo, quedará en manos del jefe de Tribunal Supremo Electoral, Jorge Acosta, en un acto de clausura de la Asamblea en su sede de Montecristi, adonde también llegará Correa.
El documento fue aprobado ayer con el voto de 94 de los 130 miembros de la Constituyente, en la que la minada oposición sumó 32 sufragios y fracasó en su intento de bloquear el proyecto bandera del jefe de Estado para acabar con la que denomina «larga y triste noche neoliberal» e imponer el socialismo del siglo XXI.
Hasta el último momento la minoría insistió en que el texto implantará un «régimen hiperpresidencialista» ajustado a la medida de Correa.
El asambleísta Pablo Lucio Paredes, de oposición moderada, declaró que «es una Constitución mala y mediocre que plantea un sistema económico sin futuro».
«Esta Constitución lo que trata es de perennizar en el poder al presidente (Correa), anotó por su parte la derechista Anabella Azín, quien agregó que el documento fue elaborado por «asesores extranjeros y el buró político» del gobierno.
Correa, por su parte, confía en una aplastante victoria para avalar la que sería la vigésima Constitución de Ecuador, mediante la cual aspira a regular el mercado mediante un nuevo modelo económico denominado social y solidario.
Asimismo, lo faculta para disolver el Congreso, duramente cuestionado por la crisis política desde 1997, en la que tres de sus antecesores fueron derrocados.
La Asamblea suspendió las clases y dispuso que los empleados públicos y privados laboren sólo la mañana para que pudieran observar el acto solemne, que en la tarde será transmitido en vivo por la televisión.
«Será difícil lograr la transformación del país si no se cambia la dominación de los poderes de siempre», dijo el mandatario, quien estimó que la Carta Magna será «infinitamente superior» a la que está en vigencia desde junio de 1998.
«Se trata de la Constitución que consagrará ese Ecuador del siglo XXI, de la revolución ciudadana», añadió Correa, quien tiene previsto participar en los comicios generales anticipados que serían convocados para enero en caso de triunfar en el referendo con la mitad más uno de los sufragios.
Tras ser elegido en 2006 para un período de cuatro años (hasta el 15 de enero de 2011), Correa ganó en la consulta popular para decidir sobre la Constituyente y luego en la designación de asambleístas.
La nueva Carta Política prohíbe la secesión del territorio nacional y el establecimiento de bases militares extranjeras en el país, por lo que Estados Unidos dejará de realizar operaciones aéreas antidrogas desde Manta (suroeste) en noviembre de 2009, cuando concluye un acuerdo de cooperación para diez años.
Asimismo vedó la intermediación laboral (mecanismo utilizado por varias empresas para eludir obligaciones) y la precarización del trabajo, y que los banqueros sean propietarios de medios de comunicación.
Al aprobar la Constitución, la mayoría oficialista y sus aliados sentenciaron la muerte del neoliberalismo y su «política de hambre y dependencia», dijo Jorge Escala, del Movimiento Popular Democrático (MPD).