La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, deberá promulgar en breve la llamada «Ley de la bofetada», que prohíbe castigos físicos a los niños.
El proyecto, que fue propuesto hace cuatro años por el gobierno del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, fue aprobado por el Senado anoche.
El texto prohíbe a los padres, familiares, responsables o educadores imponer a los niños cualquier tipo de castigo que resulte en «sufrimiento físico o lesión».
La ley tampoco define las penas para los acusados de violar esta norma, que serán decididas en el futuro por los Consejos Titulares, encargados de monitorear el cumplimiento del Estatuto de Defensa de los Derechos de los Niños y Adolescentes.
La votación decisiva del proyecto fue seguida anoche por la popular estrella de la televisión brasileña «Xuxa» Meneghel, quien solía presentar un popular programa para el público infantil y que lloró después de la aprobación de la nueva ley.
«Xuxa» aseveró que la nueva ley no representa una injerencia en la educación familiar, y se limita a «demostrar que las personas pueden y deben educar a los niños sin usar violencia».