Rosberg gana Mónaco y recupera la cima del campeonato mundial


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El alemán Nico Rosberg recuperó ayer el liderazgo del Mundial de Fórmula 1 al imponerse por segundo año consecutivo en el Gran Premio de Mónaco, donde protagonizó un nuevo 1-2 junto al británico Lewis Hamilton, su compañero de Mercedes.

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Por Christian Hollmann, Montecarlo, Agencia dpa

«¡Esto es fantástico!», gritó por la radio el alemán, que había librado una batalla verbal en los últimos días con el inglés.

El podio fue completado por el australiano Daniel Ricciardo. El alemán Sebastian Vettel, actual campeón mundial y compañero de equipo del australiano, abandonó por problemas mecánicos en el inicio de la carrera, en la que el español Fernando Alonso fue cuarto.

Con su quinta victoria en un Gran Premio, Rosberg, de 28 años, igualó a su padre, el ex campeón mundial Keke. Hamilton vio en cambio frenada su serie de cuatro victorias consecutivas.

 Rosberg ganó su segunda carrera del año y suma ahora 122 puntos en el campeonato mundial, cuatro más que Hamilton y a enorme distancia de Vettel, que exhibe sólo 45 y marcha en un inédito sexto lugar por detrás de Fernando Alonso (61), Ricciardo (54) y su compatriota Nico Hülkenberg (47).

El dominio de los Mercedes continúa siendo arrasador, ya que ganó las seis carreras de la temporada y en las últimas cinco protagonizó un 1-2.

A diferencia de Vettel, el Red Bull de Ricciardo aguantó sin problemas toda la carrera en el circuito urbano sobre el Mediterráneo.

«Esto es obviamente muy frustrante», admitió Vettel en el día de su centésima carrera con Red Bull, equipo con el que ganó el campeonato mundial en las últimas cuatro temporadas. El alemán debió abandonar en la séptima vuelta de las 78 pactadas para la carrera.

«Me siento un poco desamparado en el auto, porque no sé cuál es el problema. Esperaba que encuentren la respuesta, pero no lo hicieron esta vez», dijo Vettel con indisimulable enojo.

«¿Cómo escapar de esto? No tengo un bote aquí, pero intentaré llegar a casa lo más rápido posible», continuó irónico.

Tal como se esperaba, el estrecho circuito de Montecarlo ofreció pocas posibilidades de cambiar el orden que arrojó la clasificación, en la que Rosberg logró la «pole» tras una polémica maniobra que tensó aún más su relación con Hamilton.

El sábado, tras finalizar su recorrido en la clasificación y con Hamilton aún en pista, Rosberg no frenó a tiempo en la curva Mirabeau, se salió de pista y provocó que se levantaran las banderas amarillas, lo que impidió que el británico finalizara la última vuelta y tuviera la posibilidad de arrebatarle la «pole».

Sin embargo, Rosberg dominó hoy la carrera de principio a fin y ratificó lo que predecían la estadísticas: por décima vez en once años, el piloto que ganó la clasificación se impuso en el aristocrático Gran Premio sobre las costas del Mar Meditárraneo.

 «Es otro día especial para mí, seguro», evaluó Rosberg. «Lewis manejó muy bien y me puso gran presión. Pero me mantuve tranquilo y pude sacar un poco de distancia al final gracias al cambio de neumáticos. Agradezco al equipo por su gran trabajo», sostuvo el alemán.
Hamilton intentó atacar a Rosberg en el inicio de la carrera, pero el alemán logró una salida limpia y a partir de allí fue impasable con su poderoso Mercedes.

«Me sentí muy fuerte y manejé con todo mi corazón. Hice todo lo posible por mejorar mi posición, pero este simplemente no fue mi fin de semana. Es un circuito muy difícil para sobrepasar», analizó Hamilton, que cortó una racha de cuatro triunfos consecutivos en la temporada.

El próximo Gran Premio se disputará el 8 de junio en Canadá, donde, de no mediar un cambio radical, Mercedes buscará seguir ampliando su monopolio en una temporada sin equivalencias.