Rosa Montero: «Me gustarí­a ser recordada por el cariño de mis amigos»


José Barrera

Con frecuencia, en el panorama literario de la lengua castellana, aparecen autores que brillan aunque, lamentablemente, no siempre por sus cualidades literarias o sus dotes artí­sticos. Hablamos de esas modas pasajeras de la República de las Letras difí­ciles de definir o explicar y de las cuales es mejor no dar ejemplos. Ese no es el caso de Rosa Montero (Madrid, 1951), mujer cuya inteligencia y sensibilidad son fácilmente perceptibles en su prosa ya sea periodí­stica o puramente literaria si tal división, en esta ocasión, es oportuna. Se trata pues de una escritora de pluma ágil, versátil, de la que brotan frases bien hilvanadas, de estilo definido y logrado, estilo lleno de agudeza y profundidad -de esa profundidad que no agobia al lector- y la cual sólo proviene del oficio que se lleva en la sangre, en el mapa genético personal. Su bibliografí­a es abundante. Es, desde hace años, columnista del prestigioso periódico español El Paí­s. Disciplina y talento se dan la mano en sus obras.


En su niñez Rosa padeció tuberculosis y anemia lo que la obligó a permanecer en cama cuatro años. Esta experiencia de soledad la llevó a la lectura y la hizo dar sus primeros pasos en la creación literaria. Ha hecho teatro y ha colaborado en muchas revistas o periódicos de su paí­s. Esta breve entrevista también pretende ser una invitación para aquellos lectores capaces de internarse en latitudes de calidad y eficacia verbal. Leer a esta autora es toda una experiencia.

Finalmente deseo aclarar que, para llevar a cabo la entrevista, le propusimos a Rosa Montero una cita en Madrid pero, lamentablemente, el fallecimiento de su pareja o compañero le impidió asistir a tal encuentro, no obstante, generosamente nos concedió esta «plática virtual» que hoy trasladamos a los lectores de La Hora para que puedan atisbar algo de la interesante y honesta personalidad de esta escritora.

-Pregunta: Aunque esta pregunta inicial pueda parecer de cajón, pienso que es válida plantearla a alguien como nuestra entrevistada: ¿Quién es Rosa Montero, cómo se ve usted a sí­ misma?

-Respuesta: Como a una mujer muy normal. Soy apasionada, cabezota, vitalista, disfrutona de la vida, imaginativa, demasiado nerviosa…

-P.: ¿En qué momento de su vida y cómo se dio cuenta de que querí­a ser escritora, dedicarse a la literatura?

-R.: No me di cuenta nunca de que querí­a «ser escritora», sino que eso estaba ahí­, naturalmente. Como muchos novelistas, empecé a escribir de niña. A los cinco años hací­a cuentecitos de ratitas que hablaban. O sea que desde que me recuerdo como persona me recuerdo escribiendo. Es algo básico que forma parte de mi estructura, es parte de lo que soy. Siempre me defino como escritora orgánica porque para mí­ escribir es como beber o comer, algo esencial.

-P: ¿Fue fácil para usted la España de Franco y, al mismo tiempo, abordar el oficio literario?

-R.: Yo nací­ en la España de Franco, así­ es que no tení­a conciencia de que fuera «fácil» o «difí­cil», porque no conocí­a otra cosa. Naturalmente era una dictadura, una sociedad miserable y horrenda, social y culturalmente degradada. Pero por fortuna yo crecí­ en el final del franquismo. Cuando me planteé publicar, ya se habí­a muerto Franco.

-P: Cuál es la ideologí­a polí­tica de Rosa Montero, podrí­a definirse para nuestros lectores? ?O acaso piensa usted que eso no tiene mucha importancia para juzgar a una persona?

-R: Soy contraria a las ideologí­as, precisamente, si entendemos por ello un sistema cerrado de pensamiento que al final siempre se vuelve dogmático y limitador. Pero por supuesto que las ideas de una persona y su actitud frente al mundo la definen, es un rasgo esencial. Yo me definirí­a librepensadora y radical, tomando la palabra radical no como sinónimo de extremismo, sino en el sentido de querer buscar la raí­z de las cosas. Procuro pensarme el mundo todos los dí­as y no ampararme en ideas previas.

-P.: De todos los géneros literarios que usted cultiva, ¿cuál es el que más le gusta?

-R: A la hora de escribir, la novela. Pero como lectora, también me encanta el cuento, la biografí­a y el ensayo.

-P: De todas las personalidades literarias, artí­sticas o intelectuales en general, que ha conocido, ¿cuál la ha impresionado o marcado más? Podrí­a, quizá, compartir una anécdota con nosotros…

-R.: En general, la gente más interesante e iluminadora que he conocido en la vida ha sido siempre gente anónima. Pero me encantó Mohammed Yunus, el economista bengalí­ que inventó el sistema de microcréditos. Me parece un hombre luminoso, modesto, genial.

-P: ¿Cómo le gustarí­a a Rosa Montero ser recordada en el futuro?

-R: Simplemente me gustarí­a ser recordada con cariño por mis amigos.

OBRAS


Novela

Crónica del desamor (Debate, 1979)

La función Delta (Debate, 1981)

Te trataré como a una reina (Seix Barral, 1983)

Amado amo (Debate, 1988)

Temblor (Seix Barral, 1990)

Bella y oscura (Seix Barral, 1993)

La hija del caní­bal (Espasa, 1997)

Amantes y enemigos (Alfaguara, 1998)

El corazón del tártaro (Espasa, 2001)

La loca de la casa (Alfaguara, 2003)

Historia del Rey Transparente (Alfaguara, 2005)

Instrucciones para salvar el mundo (Alfaguara, 2008)

Novela juvenil

El nido de los sueños (Siruela, 1991, 2004)

Cuentos infantiles

Las barbaridades de Bárbara (Alfaguara Infantil y Juvenil, 1996)

El viaje fantástico de Bárbara (Alfaguara Infantil y Juvenil, 1997)

Bárbara contra el Doctor Colmillos (Alfaguara Infantil y Juvenil, 1998)

Relatos

Doce relatos de mujer (con once autores) (Alianza, 1982)

El puñal en la garganta (Alfaguara, 1994) (en el vol. colectivo «Relatos urbanos»)

Amantes y enemigos. Cuentos de parejas (Alfaguara, 1998)

Las madres no lloran en Disneylandia (Relato, 1999)

Cuentos del mar (con ocho autores) (Ediciones B, 2001)

Ensayo periodí­stico

España para ti para siempre (AQ Ediciones, 1976)

Cinco años de paí­s (Debate, 1982)

La vida desnuda (Aguilar, 1994)

Historias de mujeres (Alfaguara, 1995)

Entrevistas (Aguilar, 1996)

Pasiones (Aguilar, 1999)

Estampas bostonianas y otros viajes (Pení­nsula, 2002)

Lo mejor de Rosa Montero (Espejo de tinta, 2005)