Palmeiras anunció el domingo que perdió el interés en fichar a Ronaldinho, con lo que Flamengo ha quedado como el único club brasileño interesado en adquirir al jugador.
El anuncio del Palmeiras se dio un día después que el Gremio, el club donde Ronaldinho inició su carrera, tiró la toalla en sus esfuerzos, acusando al delantero-mediocampista y al Milan de pedir demasiado dinero.
La debacle del acuerdo con Gremio hizo muy impopular a Ronaldinho en su ciudad natal de Porto Alegre, donde aficionados y un legislador pidieron declararle persona non grata.
Los hinchas en Porto Alegre tildaron a Ronaldinho como «mercenario» y «traidor», luego que el astro rechazó volver al club donde comenzó a jugar cuando tenía siete años de edad.
Palmeiras también criticó a Ronaldinho, al deplorar las tácticas en las negociaciones de su representante y hermano, Roberto Assis.
Un grupo de hinchas de Gremio habrían insultado a Ronaldinho en un club nocturno y éste tuvo que irse escoltado por agentes de seguridad.
Hasta el legendario Pelé fustigó a Ronaldinho al afirmar que el dinero no debe ser problema a esta altura de su carrera.
«Si es cierto que quiere a Gremio como dice, pues debería jugar gratis», dijo Pelé.
Gremio renunció al fichaje tras asegurar que las demandas del jugador y el Milan se incrementaron en la recta final de las negociaciones, que el club ya daba por casi consumadas. Incluso se empezó a organizar la fiesta de presentación.
Los seguidores del Gremio aún resienten a Ronaldinho cuando se marchó del club en 2001 rumbo al París Saint-Germain. Hinchas y dirigentes querían que se quedase, pero Ronaldinho negoció una transferencia al club francés, pese a que públicamente negaba que quería irse del Gremio.
En tanto, el vicepresidente del Milan Adriano Galliani y la presidenta de Flamengo Patricia Amorim indicaron que el acuerdo para adquirir a Ronaldinho estaba «99,9% completo».
Flamengo señaló que sólo esperaba para que los abogados de Ronaldinho revisaran el contrato. El equipo también preparaba una celebración, ya sea en la playa de Copacabana o en el estadio Maracanazinho.