En el curso de las últimas décadas, ha habido importantes esfuerzos para romper las barreras de los monopolios de la comunicación de masas, sobresaliendo el fenómeno de las redes sociales por Internet Facebook y Twiter. Otro ejemplo es la existencia de la cadena interestatal de televisión Telesur, creada en el año 2005 por iniciativa del entonces Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Comandante Hugo Chávez, como un instrumento destinado a promover la integración de los países de la región.
Esta televisora tiene su sede en la ciudad de Caracas, y gradualmente se ha convertido en el más importante vehículo para romper la hegemonía de poderosos medios locales e internacionales de comunicación financiados por el gran capital. Sin duda, es una herramienta muy valiosa para unificar a los pueblos no solo de América sino del mundo entero.
Como expresó alguna vez el ex Ministro de Comunicación de Venezuela, Andrés Izarra, Telesur es un ladrillo para la construcción de un nuevo orden de comunicación. “Es una iniciativa en contra del imperialismo cultural”.
Sus programas, especialmente noticieros cada hora, documentales, de debate, producciones educativas, de tecnología, de salud, reportajes sobre la verdad de la explotación minera, y de investigación periodística en general, se ven y se escuchan actualmente en casi todos los países del mundo con un enfoque diferente y sin anuncios de empresas comerciales.
Telesur sostiene que nació de la necesidad de divulgar la verdadera imagen de los pueblos latinoamericanos, difundir sus valores culturales, debatir las ideas y transmitir sus propios contenidos, libre y equitativamente.
Según Wikipedia, la enciclopedia libre, esta poderosa cadena de televisión internacional es financiada por varios países de la América del Sur y del área del Caribe. Representa un aporte muy significativo para democratizar la comunicación social.
Su Consejo Consultivo está formado por destacados intelectuales latinoamericanos y de otras regiones del mundo como el pacifista argentino y Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, el poeta nicaragüense y exministro de Cultura de su país, Ernesto Cardenal, el escritor pakistaní Tariq Alí, el politólogo y cineasta estadounidense Saúl Landau, el periodista español Ignacio Ramonet y otros más.
Uno de los retos más importantes de esta televisora, ha sido demostrar al mundo como algunos de los medios de comunicación de los países occidentales, llevan a cabo un sutil, pero perverso proceso de manipulación de la mente de los destinatarios de sus mensajes, al disfrazar la propaganda como información, para desprestigiar y desestabilizar algunos regímenes políticos progresistas, que gradualmente se han venido instaurando en muchos países de la América del Sur como resultado del desarrollo de elecciones libres y democráticas.