Rompiendo el techo de cristal de las Cortes


La elección de nuevos magistrados para la Corte Suprema de Justicia CSJ y las Cortes de Apelaciones del Organismo Judicial es una oportunidad para que profesionales idóneos, probos y capaces tengan acceso a esas altas magistraturas de la Nación. Por primera vez en la historia del paí­s, la Ley de las comisiones de Postulación hizo posible que la selección y nominación de candidatos se hiciera con algún grado de transparencia, no obstante, todaví­a queda el mal sabor de las triquiñuelas, negociaciones bajo la mesa, tráfico de influencias y maniobras marrulleras que algunos postuladores hicieron para favorecer intereses de grupos y facilitar la inclusión en los listados finales de algunos profesionales de dudosa trayectoria, no idóneos, por tanto, poco capaces, amén de sus ví­nculos con el crimen organizado, la impunidad y actos en contra de los principios de la ética, la justicia y el derecho. El Comisionado contra la impunidad en Guatemala, presentó una lista con los nombres de los profesionales con tacha «que no deberí­an ser elegidos a la CSJ», lo mismo hicieron organizaciones sociales y pro justicia, que cuestionaron el favoritismo de las comisiones postuladoras y señalaron tachas de algunos candidatos no deseables. No obstante, los diputados hicieron caso omiso y el miércoles 30 de septiembre eligieron a los 13 magistrados de la CSJ, entre los que según los denunciantes, hay varios profesionales con tacha. De los 13 seleccionados, apenas 3 son mujeres.

Factor Méndez Doninelli

Pude constatar en los listados que hizo público el Congreso de la República previo a la elección, que de 26 candidatos a magistrados de la CSJ, 10 son mujeres que representan el 38 por ciento, mientras que 16 son candidatos masculinos que corresponden al 62 por ciento, esta composición refleja exclusión e inequidad, como siempre, en detrimento de las mujeres que son el 52 por ciento del total de la población del paí­s, es decir, aunque las mujeres son mayorí­a de la población, aún son marginadas para esos altos cargos.

Lo mismo ocurre con los aspirantes a magistrados de la Corte de Apelaciones y otros Tribunales de igual categorí­a (sic), pues de un total de 180, solo hay 61 mujeres que representan el 33 por ciento, los candidatos hombres son 119 equivalente al 67 por ciento. Como en el caso de la CSJ, también en este listado hay profesionales (hombres y mujeres) no idóneos, que tienen graves tachas y que por lo mismo, ni siquiera debieron aparecer en la nómina. Estas circunstancias son las que empañan el proceso de elección, por eso los diputados deben actuar con responsabilidad, para evitar el grave error de elegir profesionales que son tachados de corruptos y por tanto no idóneos.

La escasa inclusión de mujeres en ambos listados, indica que todaví­a prevalecen criterios machistas, patriarcales e incluso misóginos, cuando de calificar la capacidad femenina se trata. Sostengo que hay mujeres y profesionales capaces, idóneas, decentes, responsables y trabajadoras.

Ahora que están por completarse las Cortes judiciales, es una oportunidad para incluir en términos de equidad de género, candidatas mujeres para que haya mayor paridad en la integración.

P.S. Repudio la agresión fí­sica cometida por militares y policí­as golpistas hondureños contra los periodistas guatemaltecos Alberto Cardona y Rony Sánchez. Condeno la violación a la libertad de expresión desatada por los usurpadores del poder en ese paí­s hermano.