Rompen filas con chií­tas


El primer ministro iraquí­, Nuri al Maliki, rompió filas hoy con el bloque parlamentario chiita de cara a las elecciones generales de enero, preparando el terreno para un nuevo capí­tulo en la polí­tica nacional.


«A los hermanos que tardan en sumarse a nosotros por la razón que sea, deseamos su participación y compartir con ellos las responsabilidades. La puerta queda abierta», soltó, dirigiéndose a Al Maliki, el ex primer ministro Ibrahim al Jaafari al anunciar la composición y el programa de la nueva coalición chií­ta.

Bajo el nombre de «Alianza Nacional Iraquí­» (ANI), esta coalición comprende todas las tendencias del campo chiita, desde el Consejo Superior Islámico de Irak (CSII), cercano a Irán, hasta los partidarios del jefe radical chií­ta Moqtada Sadr, además de los independientes.

«Maliki quiere una real alianza nacional iraquí­, no en palabras, sino en el programa y la composición», afirmó Ali al Musawi, asesor del primer ministro. «Las invitaciones a unirse a la coalición no son nuevas y los puntos de divergencia se mantienen invariables», añadió.

Según él, Maliki reunió ayer a los posibles participantes en su lista que «representan todas las confesiones, así­ como liberales, laicos, islamistas y jefes tribales».

Una fuente parlamentaria afirmó además que Maliki se habí­a reunido con representantes de la nueva alianza chií­ta para intentar acercar los puntos de vista. «La reunión concluyó sin acuerdo», añadió esta fuente.

Maliki quiere constituir listas con formaciones sunitas, especialmente tribales, que anunciaron en los últimos dí­as su apoyo al Primer Ministro.

En las elecciones de 2005, dos años después de la invasión encabezada por Estados Unidos que desmanteló al Partido Baas y derrocó al régimen de Saddam Hussein, dominado por los sunitas, los chiitas decidieron unirse para llegar al poder por primera vez desde la creación de Irak.

Los iraquí­es habí­an votado entonces en función de las divisiones confesionales o étnicas y los partidos laicos quedaron fuera de juego.

La violencia registrada en 2006 y 2007 exacerbó esta división que acabó decayendo con la derrota de los extremistas, tanto sunitas como chiitas.

«Me habrí­a gustado que estuviesen hoy con nosotros el partido Dawa y Abdel Aziz Hakim», el jefe del CSII hospitalizado en Irán por un cáncer, afirmó el vicepresidente iraquí­ Adel Abdel Mahdi.

La nueva coalición sustituye la «Alianza Unificada Iraquí­» chiita, constituida para las elecciones legislativas de 2005, en las que se impuso acaparando 128 de los 275 escaños del Parlamento.

«La voluntad de los participantes es avanzar hacia el progreso y la construcción de Irak. Esperamos que nuestros hermanos del partido Dawa se unan a nosotros», declaró por su parte el ex ministro Ahmad Chalabi.

Para las provinciales de enero de 2009, Maliki formó sus propias «listas de Estado de derecho», basadas en principios nacionales y no confesionales.