Romo quiere seguir perfecto


Depo27_11

Este Dí­a de Acción de Gracias, Tony Romo probablemente quiera agradecer porque siempre ha tenido buenas actuaciones en los tradicionales partidos del feriado estadounidense.

Por JAIME ARON IRVING / Agencia AP

Con seguridad, también deseará extender esa racha.

Romo enfrenta mañana a los Dolphins de Miami en busca de mantener vivo el envión que ha permitido a los Cowboys de Dallas escalar al primer puesto de la División Este de la Conferencia Nacional con una marca de 6-4.

La primera vez que Romo jugó en este feriado, su debut habí­a causado tanto revuelo que un grupo de aficionados colocó las letras de su apellido en un lugar del graderí­o del antiguo Texas Stadium, donde estaban inscritos los nombres de los mejores jugadores en la historia del club.

Los guardias de seguridad hicieron que los simpatizantes quitaran el letrero antes del partido. Quizás se apuraron, porque Romo lanzó cinco pases de anotación, para empatar un récord del club, en los tres primeros cuartos.

El dueño del equipo, Jerry Jones, llegó a decir en broma que despedirí­a a los guardias.

Cinco años después, Romo ha tenido numerosos altibajos y lesiones, pero parece haber recuperado su mejor nivel. Lleva tres encuentros sin que le intercepten un pase y los Cowboys han ganado esos tres duelos para alcanzar a los Giants de Nueva York en la punta de la división.

En Acción de Gracias, Romo tiene una foja de 4-0, ha lanzado 12 pases de anotación y le han interceptado el ovoide sólo dos veces. Se perdió el partido del año pasado por una fractura de claví­cula.

Los Dolphins han hilvanado también tres victorias consecutivas, pero tienen apenas una foja de 3-7. Curiosamente, su gerente general Jeff Ireland trabajaba con los Cowboys cuando contrataron a Romo y su entrenador Tony Sparano era coordinador de la lí­nea ofensiva de Dallas en aquella temporada de debut del quarterback, en 2006.

«Es un jugador sobresaliente», dijo Sparano.

Tiene razón. Cuando anda bien, Romo parece encaminado a ser un quarterback de época como Brett Favre, capaz de convertir una jugada destinada al fracaso en un avance hasta la zona prometida. El domingo, logró eso varias veces contra Washington.

«Siempre he creí­do que Tony tiene ojos en la nuca… Sabe prolongar las jugadas y eso puede hacerte daño», señaló el entrenador de Miami.

Pero precisamente el empecinamiento del mariscal por alargar las jugadas que parecen riesgosas fue uno de los motivos por los que Dallas sufrió tres derrotas por un margen estrecho en esta campaña. En dos de ellas, Romo perdió el balón en momentos cruciales.

Romo pareció tocar fondo en la semana cuatro, cuando le interceptaron dos enví­os y en ambas ocasiones le devolvieron el balón hasta la zona de anotación. Dallas desperdició una ventaja de 24 puntos, la mayor que ha dejado ir en su historia, y terminó perdiendo en casa ante Detroit.

Ahora, Romo y los Cowboys parecen recuperados, justo a tiempo para el encuentro del Dí­a de Acción de Gracias, que suele marcar el comienzo de la parte más importante de la campaña.