De brazos cruzados y con un aparato de estimulación electrónica pegado al cuerpo para ayudar a sanar su costilla fisurada, Tony Romo sólo pudo observar mientras los otros quarterbacks de los Cowboys de Dallas lanzaban pases en la práctica de ayer.
Aun así, estar en el terreno de juego fue un indicio de que Romo podría jugar el lunes contra los Redskins de Washington.
Romo acudió vestido con pantalones cortos y se movió con cuidado. Se demoró en unirse a los estiramientos, y luego no hizo nada que le exigiera agacharse o mover los brazos. Cuando arrancaron los fogueos, se quedó con los suplentes, observando con los brazos atrás.
Jon Kitna trabajó con los titulares y jugaría el lunes si Romo no está disponible.
El dueño del equipo, Jerry Jones, observó brevemente desde el otro lado de la cancha y se fue sin hacer comentarios.
Esta fue la primera práctica de Romo desde que sufrió una fisura en una costilla y una perforación en el pulmón durante un triunfo contra San Francisco.
Los wide receivers Dez Bryant y Miles Austin no estuvieron en el campo de juego.
Los Cowboys (1-1) tuvieron el día libre el miércoles debido a todas las lesiones que arrastran de cara al duelo del lunes por la noche contra Washington (2-0).
Romo condujo a los Cowboys al triunfo frente a los 49ers a pesar de sus lesiones.