Romney gana primarias de Michigan y Arizona


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Mitt Romney aumentó ayer su ventaja en la contienda por delegados a la convención del Partido Republicano con triunfos en las elecciones primarias de Michigan y Arizona.

Por DAVID ESPO y KASIE HUNT WASHINGTON / Agencia AP

Romney ganó por un pequeño margen la elección primaria presidencial de su partido en Michigan, venciendo a Rick Santorum, quien se había empeñado en una batalla dura por el estado. Michigan, con 30 delegados en disputa, es crucial para Romney porque es el primero de los estados industriales de la nación en que se vota por la nominación presidencial del Partido Republicano, y es además su estado natal.

Poco antes, el exgobernador de Massachusetts ganó los 29 delegados de Arizona, en una victoria en la que el triunfador obtiene todos los delegados del estado.

Ambos estados fueron penalizados por la mitad de sus delegados por realizar contiendas anticipadas en una violación de las reglas del partido.

Con 88% de los distritos electorales de Michigan contabilizados, Romney tenía 41% de los votos y Santorum 38%. Paul ganaba 12% de los sufragios y Gingrich tenía 7%. En Arizona, con un 64% de los centros electorales contados, Romney tenía 48%, Santorum 26, Gingrich 16% y Paul 8%.

Santorum ya estaba haciendo campaña en Ohio, uno de los estados del Súper Martes, cuando se conoció el resultado en Michigan.

«Hace un mes ellos no sabían quiénes éramos, pero ahora sí», dijo a partidarios que lo aclamaban, prometiendo mantener el curso conservador que ha establecido.

Sin contar los resultados de Michigan, Romney tiene un total de 152 delegados, incluidos los apoyos de miembros del Comité Nacional Republicano que asisten automáticamente a la convención nacional del partido y pueden apoyar al candidato que prefieran.

El exsenador de Pensilvania Rick Santorum tiene 72 delegados, el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich tiene 32 y el legislador de Texas Ron Paul 19.

Un candidato requiere mil 144 delegados para ganar la nominación republicana a la Presidencia.

La prolongada contienda por la nominación presidencial del Partido Republicano ha coincidido con un incremento en las perspectivas del presidente demócrata Barack Obama para un segundo período en el cargo. Una encuesta publicada durante el día mostró la confianza del consumidor a su nivel más alto en el año, y otras encuestas mostraron un aumento en la cantidad de estadounidenses que dicen que creen que el país está en el camino correcto.

Junto con la mejoría de la economía, la larga y cada vez más ruda campaña, en la que Gingrich y Santorum han acusado a Romney de no ser suficientemente conservador, ha motivado que algunos directivos del partido expresen preocupación sobre las posibilidades de éste de derrotar a Obama en el otoño.

ANÁLISIS
Sin superar dificultades


Obviamente que sus victorias en Michigan y Arizona son buenas noticias para el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, en su intento por lograr la candidatura presidencial republicana.

Sin embargo, estos triunfos no resuelven los problemas más espinosos que aquejan la contienda interna de la que saldrá el abanderado republicano, proceso en el que la rivalidad entre los aspirantes se ha exacerbado en las últimas semanas.

Romney superó las vicisitudes para ganar en su natal Míchigan y obtuvo una victoria fácil en Arizona.

Romney no ha logrado asestar un golpe definitivo a Rick Santorum, el político conservador de posturas sociales encendidas que cada vez que tiene oportunidad exalta las dificultades del primero para entusiasmar y unificar a la base del partido.

Asimismo es improbable que en la contienda republicana se aminore el énfasis en los temas sociales, como la doctrina católica del control de la natalidad. Los temas sociales han dado al presidente Barack Obama una vía más despejada para destacar la ligera mejora de la economía.

Las victorias del martes de Romney evitan una gran contrariedad y dan cierta comodidad a los republicanos que lo consideran la mejor opción para atraer a los electores independientes y a los demócratas desilusionados en los comicios de noviembre.

Sin embargo, Romney todavía está distante de tener el capital político suficiente para que comience a ahorrar recursos de campaña y enfocarse de lleno en Obama.

Santorum, exsenador de Pensilvania, ha efectuado visitas importantes a Ohio, Tenesí y otros estados que serán, el Súper Martes de la semana entrante, escenario de las 10 elecciones primarias y asambleas partidistas.

El expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, no participó en el proceso en Michigan, pero continúa en la contienda interna, ante su influencia en un sector de los republicanos que piden más conservadurismo del que puede ofrecerles Romney.

Gingrich, impulsado por otra gran contribución de Sheldon Adelson, dueño del casino Las Vegas, tiene confianza en hacer un buen papel el Súper Martes en Tenesí y Oklahoma, y ganar en Georgia, estado al que representó durante 20 años en el Congreso. Igual que Santorum, Gingrich denigra de rutina el desempeño de Romney en Massachusetts.

Gingrich llamó esta semana a Romney «el gobernador que apoya el aborto, el control a las armas y el alza a los impuestos».

«No creo que un moderado pueda derrotar al presidente Obama», expresó Gingrich.

El representante Ron Paul, de Texas, y de tendencia libertaria, también continúa en la contienda por la candidatura republicana.

Romney se mantiene como el aspirante más firme, mejor organizado y con mejores recursos entre lo contrincantes republicanos.

Diversos sectores del interior del Partido Republicano consideran difícil que alguien que no sea Romney obtenga la candidatura presidencial republicana.