La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) reveló esta mañana que Rodrigo Rosenberg Marzano, abogado guatemalteco, planificó su asesinato, ejecutado el 10 de mayo último en la zona 14 mientras paseaba en una bicicleta. Con ello, se encamina la investigación para ser conducida hacia los tribunales de justicia y que ésta se encargue de declarar culpabilidades.
Carlos Castresana, comisionado de la CICIG, detalló meticulosamente cómo, quién y quiénes planearon y ejecutaron el asesinato de Rosenberg. Además, el por qué de la muerte que ha acaparado hasta ahora la atención de la opinión pública nacional e internacional.
Como conclusión contundente, la línea de investigación apunta a que Rosenberg planificó su inmolación, simulando que era contra un extorsionista que quería matarlo.
La acusación se encamina hacia quince personas que habría participado en este hecho; entre ellos, los que participaron como asesinos materiales, así como quienes participaron a nivel intelectual en la preparación del asesinato.
«VERDAD INTERINA»
Castresana inició la presentación de los avances en las investigaciones del controversial Caso Rosenberg, indicando que hasta ayer, la CICIG se encontraba «legalmente impedida» de otorgar información al respecto, debido a que no había vencido el período de reserva solicitada par este caso.
El comisionado recalcó que ésta es la línea de investigación de parte acusadora, pero que ello no significa que se estén estableciendo a los culpables, ya que ésta es labor de los juzgados a cargo de evaluar las pruebas. Además, indicó que la investigación continúa.
MUERTE ANUNCIADA
«Alguien nos advirtió de la trascendencia del asesinato, así que estuvimos ahí desde el propio 10 de mayo», apuntó Castresana, minutos antes de revelar los detalles de las investigaciones.
El análisis de los videos captados por las cámaras de seguridad de los alrededores de la escena del crimen, y una exhaustiva búsqueda posterior de los tres vehículos implicados y de sus propietarios, fue lo que permitió a los investigadores individualizar a los ejecutores del asesinato de Rosenberg.
A la fecha, son once personas las que están en prisión por ese hecho y cuatro permanecen pendientes de captura. La conferencia de la CICIG se enfocó en establecer quién había planeado y pagado el asesinato.
Castresana respondió a esas interrogantes; a medida que iba esclareciendo los detalles, estableció que habría sido el mismo Rosenberg quien planificó su muerte, con la cooperación de algunos conocidos, a quienes habría engañado, diciendo que el asesinato era en contra de un extorsionista que lo amenazaba y acosaba.
Según detalló Castresana el análisis del entorno de la víctima aportó conclusiones contudentes a la investigación: una de ellas fue que Rosenberg indicó a Luis Mendizábal, amigo íntimo del hoy fallecido, que era amenazado de muerte del número 57759747; posteriormente, le pidió a José Estuardo y Francisco José Valdez Paiz «anticiparse» al asesinato de una persona que lo extorsionaba, sin que éstos sospecharan que se trataba de él mismo.
Lo anterior se explica así: Rosenberg solicitó a Luis López, piloto y seguridad personal, que comparara dos celulares, uno de ellos es el antes citado, desde el cual se llamó a sí mismo desde el 5 hasta el 10 de mayo, día que fue asesinado.
Para ello, le dio instrucciones de adquirirlo anónimamente, pero López dio su nombre en una de las facturas de compra y posteriormente Rosenberg realizó llamadas a sí mismo.
Posterior a ese hecho, Rosenberg contactó a los hermanos Valdez Paiz para que se «encargaran» de asesinar a la persona que supuestamente lo extorsionaba, así que los empresarios contactaron a Manuel de Jesús Cardona Medina, quien contactó con los diez sicarios que actualmente están en prisión por ese hecho.
Según Castresana, la tipificación de este delito se hará como homicidio, ya que los hermanos Valdez Paiz se prestaron a planificar el asesinato de «alguien», sin sospechar que era contra Rosenberg. Asimismo, los intermediarios (uno de ellos, prófugo, al igual que los Valdez Paiz) y la banda capturada, estarían enmarcados dentro del homicidio en primer grado.
ERA UNA PERSONA HONORABLE
Tras revelar esta hipótesis, Castresana enfatizó que, pese a todo, Rosenberg era una persona honorable, y que fue envuelto por varias circunstancias y hechos que ocurrieron en su vida.
Tras el asesinato de Khalil y Marjorie Musa, a quienes Rosenberg representaba legalmente, el abogado entró en una situación emocional delicada, además de otras situaciones de índole personal, según el análisis de las investigaciones.
Castresana detalló que «Rosenberg se sentía culpable del asesinato de los Musa, pues fue él quien le recomendó a Khalil renunciar al cargo que le ofrecían en Anacafé», lo que a conclusión del comisionado, inició la planificación de lo que podría llamarse su inmolación.
«Rosenberg inicia entre 14 y 21 de abril, una indagación desesperada en todas partes», cita Castresana, respecto a las acciones del abogado posterior al asesinato de los Musa. Y agrega: «recibe información del nombramiento de Kahlil pero no recibe ninguna prueba».
Ahí empieza cierta depresión del abogado: la CICIG comprobó por medio de declaraciones testimoniales que el 21 de abril Rosenberg compra dos tumbas, una se la regala a la Aziza Musa, con la intención, según Castresana, de que Marjorie, con quien Rosenberg sentía mucha afección, fuera enterrada ahí.
El 24 del mismo mes, el abogado pidió a una abogada que realice la redacción de su testamento. El 6 de mayo se reúne con un sacerdote de su confianza a quien le comenta todo. Esa misma fecha emite un mandato judicial y administrativo con el que deja todo a cargo de sus hijos, desatendiéndose así de todo.
El 10 de mayo por la mañana, minutos antes de su asesinato, llama a Azisa Musa y le comenta que dará «una gran vuelta en bicicleta para desestresarse». Sin embargo, ésta «vuelta» sería la que daría previo a que llegaran los sicarios que fueron contratados para cometer el crimen.
EL VIDEO
Por último, Castresana también refirió las posibles motivaciones por las que Rosenberg habría grabado el video, el cual fue dado a conocer un día después de su muerte. En él acusaba al presidente ílvaro Colom, a la primera Dama, Sandra Torres, y a otras personas, de su muerte.
Como hipótesis de ello, Castresana refirió que suponen que fue una forma de hacer reaccionar hacia la investigación del asesinato de los Musa, del cuál Rosenberg estaría haciendo diligencias, pero que no tenía ninguna prueba.
CONTRA LA IMPUNIDAD
Tras ofrecer más detalles sobre este caso, el cual fue fundamentado con pruebas científicas y corroborado por el testimonio de los posibles colaboradores eficaces, Castresana hizo un llamado a la atención para referir el alto número de asesinatos que ocurren en Guatemala, así como la impunidad para condenar estos crímenes, ya que más del 96 por ciento quedó sin condena el año pasado.
INVESTIGACIí“N
Con la participación de 300 funcionarios de once diferentes países entre ellos Canadá, España y Francia entre otros; y el análisis de mas de 10 mil documentos, 135 declaraciones y entrevistas, más de 14 teléfonos interceptados y el estudio de
Cien mil llamadas telefónicas, antes durante y después del crimen, la CICIG presentó las conclusiones hasta ahora.
Amílcar Velásquez Zárate, jefe del Ministerio Público (MP) y Fiscal General, dio inicio con la conferencia en que, junto a la CICIG, explicaron la línea de investigación para establecer responsabilidades en el Caso Rosenberg.
Velásquez Zárate refirió que fue un proceso arduo pero que había ya dado algunos resultados. Carlos Castresana, jefe de la CICIG, refirió que el Fiscal General se mantuvo al margen de la investigación, para que no hubiera sospechas de estar interfiriendo, y sólo recibía detalles de los avances.
En total, según Castresana, hubo más de 300 personas que participaron en la investigación, entre investigadores especiales de la CICIG y del MP.