La estrella del baloncesto Dennis Rodman llegó hoy a Corea del Norte con el plan de reunirse con el líder autoritario Kim Jong Un, pasársela bien y tal vez zanjar algunas diferencias culturales. Pero no la hará de diplomático.
Rodman fue recibido en el aeropuerto de Pyongyang por Son Kwang Ho, vicepresidente del Comité Olímpico de Norcorea, sólo días después de que el gobierno rechazara la visita de un enviado estadounidense que esperaba negociar la excarcelación del misionero estadounidense Kenneth Bae. Corea del Norte canceló abruptamente la visita oficial porque dijo que Estados Unidos arruinó la atmósfera para dialogar por realizar un ejercicio militar sobre Corea del Sur con bombarderos B-52 con capacidad nuclear.
Al hablar con los reporteros en Beijing antes de volar a Pyongyang, su segundo viaje a este país este año, Rodman se negó a decir si buscaría la excarcelación Bae, al decir que «no se ha prometido nada».
«Voy a Corea del Norte a reunirme con mi amigo, Kim, el mariscal, y comenzar una liga de baloncesto allá o algo parecido», dijo. «No me han prometido nada. Sólo es un gesto amistoso».
Rodman conoció a Kim —un aficionado al baloncesto— por primera vez durante una visita en febrero para promocionar el deporte y hacer una película. Autoridades estadounidenses no vieron con buenos ojos el viaje porque lo veían como un acto propagandístico de Kim, pero Rodman dijo que la «diplomacia del baloncesto» podría mejorar las relaciones.