Robots submarinos intentan frenar derrame


Miembros de Deepwater Horizon, de la plataforma que se hundió la semana pasada, dan seguimiento a los operativos de rescate. FOTO LA HORA: AFP Stephen Lehmann

Cuatro robots submarinos de la compañí­a petrolera británica BP intentaban hoy colmatar el escape de petróleo de una plataforma petrolera hundida en el Golfo de México que provocaron una marea negra de 1.550 km2, indicaron portavoces de la empresa.


La plataforma semi-sumergible «Deepwater Horizon» se hundió el jueves pasado, dos dí­as después de una explosión que dejó 11 trabajadores desaparecidos.

Imágenes de satélite mostraron que la mancha se habí­a extendido el domingo en casi 50%, pasando de 1.035 km2 a 1.550 km2.

Los técnicos señalaron sin embargo que en un 97% la mancha no era más que una delgada capa en la superficie del mar.

En un principio, BP, que usufructúa la plataforma, habí­a dicho que no habí­a derrames de petróleo, pero una embarcación robótica detectó el sábado dos agujeros en el conector que vincula la boca del pozo con la plataforma hundida.

El portavoz de BP Ron Rybarczyk estimó que los derrames, a unos 1.500 metros de profundidad, están liberando 1.000 barriles de petróleo por dí­a en el océano.

«Es un derrame muy serio», advirtió el suboficial Erik Swanson, portavoz de la Guardia Costera estadounidense.

«Estamos respondiendo como si ya fuera un derrame muy serio, pero aún lo estamos evaluando».

Un avión de los guardacostas habí­a localizado el derrame el sábado a unos 64 km de la costa de Luisiana, hogar de una gran variedad de aves acuáticas y de una rica vida salvaje.

BP afirma que considera dos opciones para sellar los derrames.

La primera es recurrir a un dispositivo hidráulico, llamado válvula preventiva de escapes, que está instalado en la cabeza del pozo como parte del equipo existente de la plataforma, para sellar la emanación de petróleo.

Un plan B más a largo plazo serí­a instalar lo que se llama un pozo auxiliar. Esto involucrarí­a perforar un nuevo hoyo cerca del pozo, interceptar la tuberí­a averiada y bombear cemento o barro hasta que ésta quede sellada.