El atacante Robinho llevó de la mano a Brasil a su primera victoria en la Copa América de Venezuela-2007, al marcar los tres goles con los que su equipo derrotó la tarde del domingo a Chile, en partido disputado en el estado Monumental de Maturín (costa Caribe) por el Grupo B.
A los 36 minutos el atacante del Real Madrid cambió penal por gol, pero esa no fue su única contribución al espectáculo.
La segunda conquista del fenomenal delantero llegó a los 84 y fue una obra maestra de la definición porque tocó el balón con precisión quirúrgica sobre el portero Claudio Bravo.
Con Brasil jugando a todo tren en los minutos finales, Robinho puso broche de oro a la jornada y luego de eludir a dos defensas a la carrera remató sobre la derecha del portero chileno para anotar el 3-0.
Durante todo el partido el pequeño atacante buscó el desequilibrio por todo el frente del ataque y por lo general no encontró eco en sus compañeros.
El estelar ’merengue’ gambeteó cuanto pudo, obligó a numerosas faltas de la defensa chilena y trató permanentemente de mostrarse, cargando con la responsabilidad del ataque auriverde.
Con sus tres dianas Robinho alcanzó al paraguayo Roque Santa Cruz en la cúspide de la tabla de artilleros del torneo.
En Chile se destacó el delantero Humberto Suazo, nueva adquisición del Monterrey de México, quien hizo las veces de navegante solitario.
En una patriada al área de Brasil, el ’Chupete’ protagonizó la jugada más linda del partido al gambetear a media defensa brasileña.
Si esa acción no terminó en gol sólo fue por la pierna providencial de un defensa que desvió la pelota impulsada por Suazo.