Robert Gates visita Irak para examinar progresos



El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, llegó hoy a Irak en un sorpresivo viaje destinado a evaluar los «progresos» anunciados durante los últimos meses en materia de seguridad y pedir avances polí­ticos en el paí­s.

Gates, quien antes visitó Kabul e hizo una escala en Yibuti, llegó alrededor de la 1:30 en Guatemala a Mosul, la capital de la provincia de Ní­nive, a 370 km al norte de Bagdad.

«El secretario (de Defensa Robert) Gates está aquí­ para ver personalmente los considerables progresos realizados desde su última vista, hace unos tres meses», afirmó el secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell.

En esa oportunidad, el secretario de Defensa habí­a acompañado al presidente George W. Bush para una visita de un dí­a a la provincia de Al Anbar (oeste), «antes de que el general David Petraeus (el comandante de las tropas estadounidenses en Irak) ofreciera su visión de la situación a los norteamericanos» y recomendase una retirada parcial de las tropas a partir de diciembre, recordó Morrell.

Durante su estadí­a se reunirá con el comando militar norteamericano en Irak, así­ como con el presidente iraquí­, Jalal Talabani, y con el primer ministro Nuri al Maliki «para estimar la situación y ver qué más se puede llevar a cabo para capitalizar los logros obtenidos desde el enví­o de refuerzos norteamericanos a Irak» a principios de este año, agregó.

Dichos refuerzos permitieron llevar a cabo una gran ofensiva a partir de febrero de 2007, sobre todo en la capital, donde la seguridad mejoró considerablemente a partir de mediados de este año, según el comando norteamericano y las autoridades iraquí­es.

Estados Unidos e Irak también atribuyen esos progresos a un gran programa del ejército estadounidense lanzado a principios de este año para movilizar a las tribus y las comunidades sunitas contra Al Qaida.

En ese marco, unos 70.000 ex insurgentes ingresaron a las fuerzas gubernamentales y actualmente enfrentan a los partidarios de la organización islamista, a los cuales asestaron severos golpes, que permitieron una clara reducción de la violencia.

A nivel polí­tico, Estados Unidos desea que el gobierno iraquí­ adopte varias leyes clave sobre la reconciliación polí­tica y la distribución de los ingresos del petróleo.

Por otra parte, Gates discutirá con sus interlocutores las negociaciones que deben comenzar en 2008 entre Irak y Estados Unidos para concluir un acuerdo marco estratégico que fije el futuro de presencia militar norteamericana en Irak.

El 26 de noviembre, Bush y Maliki firmaron una «declaración de principios» en ese sentido.

Entre las cuestiones en suspenso figuran «el grado de flexibilidad que tendrán las tropas norteamericanas, a nivel geográfico y operacional, la protección de la cual gozarán e incluso las posibles restricciones en materia de tipos de misiones y del número de tropas», según un alto funcionario del ministerio de Defensa.

También se examinará la cuestión del apoyo iraní­ a los insurgentes en territorio iraquí­, cuando faltan pocos dí­as para que Estados Unidos e Irán lleven a cabo una cuarta sesión de discusiones sobre la seguridad en Irak.