Rivera Letelier, Premio Alfaguara


El escritor chileno Hernán Rivera Letelier fue anunciado ayer como el ganador del Premio Alfaguara, por su obra

El escritor chileno Hernán Rivera Letelier ganó ayer el Premio Alfaguara de novela 2010, dotado con 175 mil dólares (unos 129 mil euros), con «El arte de la resurrección», sobre el llamado «Cristo de Elqui», un personaje real del Chile de los años 40.


En esta decimotercera edición del Alfaguara –uno de los premios más prestigiosos de la literatura en español–, la novela fue premiada por su «aliento» y «fuerza narrativa» y la «alta precisión y barroquismo del lenguaje», explicó en conferencia de prensa el presidente del jurado, Manuel Vicent, que la describió como una «gran pieza literaria».

«El arte de la resurrección» es «la historia de un tipo que se cree la reencarnación de Cristo», relató por teléfono desde Antofagasta (Chile) el escritor (Talca, 1950), que se declaró «muy contento» de haber sido premiado y confesó que la novela «hasta el momento es lo mejor» que ha hecho.

«Es un personaje real, existió en los años 30-40 en Chile: es un tipo que sale desde el valle de Elqui a predicar vestido como Cristo, con el pelo largo, barba larga, con túnica, con sandalias, haciendo milagros» y «cuando predicaba dejaba a todos fascinados con su verba», narró.

Domingo Zárate, protagonista de la obra –«una historia de un tipo real pero escrita como novela»– ya apareció en tres novelas de Rivera Letelier y su recurrencia llevó al escritor a pensar: «Este Cristito está queriendo una novela para él solo», indicó él mismo.

El jurado valoró «la creación de una geografí­a personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia», según el acta, leí­da por Vicent.

La obra «introduce en un mundo fantasmagórico, polvoriento, del desierto de Chile, donde unos personajes alucinantes traspasan como una niebla dentro de un surrealismo, dentro de un humor y de un sarcasmo y de una ironí­a irreverente que crean un mundo propio», describió.

«El arte de la resurrección» es «una original novela que mezcla la crónica histórica y social», –que relaciona con la tragedia de Santa Marí­a de Iquique–, «con poderosos elementos del realismo mágico», según la editorial.

Rivera Letelier, de 60 años –quien se presentó al premio bajo el seudónimo de Manuel Madero– tiene en su haber una extensa bibliografí­a conocida no sólo en los paí­ses latinoamericanos, ya que ha sido traducida a varios idiomas y difundida en Europa.

Su primera novela, «La reina Isabel cantaba rancheras», fue premiada en Chile en 1994 por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Le siguen «Himno del ángel parado en una pata», «Fatamorgana de amor con una banda de música», «Los trenes se van al purgatorio», «Donde mueren los valientes», «Mi nombre es Malarrosa» y «La contadora de pelí­culas», entre otros.

En 2001 fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia.

La novela de Rivera Letelier fue elegida por la mayorí­a del jurado de entre seis obras seleccionadas y un total de 539 presentadas (194 españolas, 102 mexicanas, 100 argentinas, 34 colombianas, 25 estadounidenses, 23 ecuatorianas, 17 peruanas y 14 chilenas, entre otras).

En 2009 el premio de esta editorial española fue para el argentino Andrés Neuman por «El viajero del siglo»; en 2008 para el cubano Antonio Orlando Rodrí­guez por «Chiquita», en 2007 para el español Luis Leante por «Mira si yo te querré» y en 2006, para el peruano Santiago Roncagliolo por «Abril rojo».

La primera edición la ganaron el cubano Eliseo Alberto y el nicaragí¼ense Sergio Ramí­rez y posteriormente la mexicana Elena Poniatowska, el argentino Tomás Eloy Martí­nez y la colombiana Laura Restrepo, entre otros.

Durante el acto, Ignacio Polanco, presidente del grupo español de medios Prisa, al que pertenece Alfaguara, rindió homenaje a Tomás Eloy Martí­nez, recientemente fallecido, al que consideró «un gran amigo y un intelectual ejemplar».

BIOGRAFíA Rivera Letelier


Nació en Talca en 1950, sin embargo, se crió y vivió hasta la edad de 11 años en la oficina salitrera Algorta, en el norte de Chile, trasladándose a Antofagasta junto a sus hermanos a la muerte de su madre. Durante su adolescencia trabajó vendiendo diarios y como mensajero en una empresa minera.

Su más célebre novela es La Reina Isabel cantaba rancheras, la cual lo catapultó a la fama en 1994 premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, es desde entonces una de las obras literarias de más vasta difusión de la narrativa chilena reciente.

Cuando se le ha preguntado porque empezó a escribir ha dicho «por hambre», por un programa de radio en donde se ofrecí­a una cena como premio, lo que no dejó de ser una suerte, dado que este escritor o «contador de historias» como prefiere autonombrarse es uno de los escritores más leí­dos en Chile.

Su carrera inicia con poemas y cuentos, como dan testimonio Poemas y pomadas y Cuentos breves y cuescos de brevas. Años después con Himno del ángel parado en una pata es nuevamente premiado por el mismo consejo, hecho que lo ratifica como escritor. En el 2001 es nombrado Caballero de la orden de las letras por el ministerio de cultura de Francia.

OBRA Libros publicados


* Poemas y pomadas (1988)

* Cuentos breves y cuesco de brevas (1990)

* La reina Isabel cantaba rancheras (1994)

* Himno del ángel parado en una pata (1996)

* Fatamorgana de amor con banda de música (1998)

* Donde mueren los valientes (1999)

* Los trenes se van al Purgatorio (2000)

* Santa Marí­a de las flores negras (2002)

* Canción para caminar sobre las aguas (2004)

* Romance del duende que me escribe las novelas (2005)

* El fantasista (2006)

* Mi nombre es Malarrosa (2008)

* La Contadora de pelí­culas (2009)

* El arte de la resurrección (2010)