Cuarenta y siete parajes naturales o culturales, varios de ellos de América Latina o España, rivalizan entre sí para formar parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO en la sesión anual prevista del 2 al 10 julio en Quebec (Canadá), anunció ayer la organización.
El Comité patrimonial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), compuesto por expertos y representantes de 21 países elegidos por los Estados miembros, se reunirá para elegir, entre los lugares propuestos, aquellos que merezcan ser distinguidos por su «valor universal excepcional».
Entre los sitios naturales propuestos para su inscripción figuran la cantera de la Fábrica Nacional de Cementos (FANCESA) en el Cerro de la Cal de Sucre en Bolivia y la reserva de biosfera de mariposa monarca en México.
Latinoamérica y España también aspiran a incluir lugares culturales, como el paisaje cultural de Buenos Aires (Argentina), la plaza de San Francisco en la ciudad de San Cristóbal (Brasil), el centro histórico de Camagí¼ey (Cuba), la ampliación de la Cueva de Altamira (España), la ciudad refugio de San Miguel de Allende y el santuario de Jesús de Nazaret de Atotonilco (México) y la catedral de León (Nicaragua).
Los lugares seleccionados en julio pasarán a engrosar la lista de los 851 sitios (660 culturales, 166 naturales y 25 mixtos) ya inscritos en 141 países.
La elección dependerá de la opinión de un equipo de expertos que visita previamente cada lugar para evaluar sus cualidades y el plan de gestión presentado por las autoridades.
El Comité inscribe cada año un máximo de treinta lugares en esta lista, creada a partir de la Convención de la UNESCO de 1972 sobre la protección del patrimonio mundial.
En el 2007 la UNESCO decidió suprimir un lugar: el santuario de Oryx de Omán, cuya superficie se vio reducida en un 90%. Este año podría seguir sus pasos el paisaje del Valle del Elba en Dresde (Alemania) debido a la construcción de un puente en el centro de la ciudad.