Mirarse en un espejo
José Luis Orión
Luego de penetrar
en el umbral de los años viejos
y mirarse en un espejo
es descubrirse nuevas arrugas
y muchas canas inesperadas
Y pensar que los años pasan
como sombras
que justo cuando la experiencia
es nuestra mejor reliquia
(comienzan los achaques
el dolor de las rodillas
o los males de la edad adulta)
Y ver que palpablemente
aquel amor que nos hizo suspirar
tantas veces
ahora también se va desmoronando
poco a poco
a nuestro lado
con los besos ya fundidos
por la ingrata senectud
Al paso de los años descubrimos
ante un espejo
la sabiduría encendida
en nuestra vieja piel
Es entonces el momento
oportuno
para esperar pacientemente
la jubilación
de nuestra inevitable partida
de este mundo
Contemplarse ante un espejo
simplemente es ser un espectador
de nuestro propio sueño