AMOR OTOí‘AL
Chong Ging Lee
En el secreto instante
que me enamoré de ti,
la primavera renació
en mis venas como un sol
y la alegría corrió en mis carnes
cual manantial
desbordando en ilusiones
mis apagados años.
Mis maduras manos
se llenaron de flores
y mis labios secos
se humedecieron de pasión
sintiendo en sus entrañas
la piel de tu juventud
y el exquisito vino
de tus vírgenes racimos.
Tomé con mis dedos enamorados
tu figura
y viajé en el interno océano
de tu geografía,
embriagado de la más sublime
de las locuras.
Sin esperar felicidad más grande
en mi existencia,
dichoso soy por haber estado
en tu paraíso
disfrutando del delicioso
jugo de tu fruta.
MUJER DE MAíZ
Sustancia joven
del maí sagrado,
corolario maya
de primavera,
por tus venas
va la semilla nueva
que en tu aurora virgen
florecerá.
Tus dulces ojos
tienen la mirada,
que invita al sol
a fecundar la tierra
y exacerba
a las mágicas estrellas
a iluminar tu vida
de ilusiones.
Tu bello cuerpo
que a soñar incita,
canta
en la nostálgica chirimilla
y en las manos maduras
de mis versos.
Como fiel mensaje
del Popol Vuh
se escucha la marimba
de tu voz
y el tun tun
de tu noble corazón.