La falta de energía, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el terrorismo internacional, son las mayores amenazas en Latinoamérica, concluyeron hoy en Davos (Suiza) varios expertos en la región en el primer día del Foro Económico Mundial (WEF).
«La falta de abastecimiento energético es el mayor riesgo económico de América Latina, y el mayor riesgo para la seguridad es el terrorismo internacional», resumió el moderador de la conferencia, Rafael Fernández de Castro, jefe del departamento de relaciones internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y director de la revista Foreign Affairs en español.
Las nacionalizaciones que afectan al sector energético latinoamericano «son políticas de los años 60», resultan «regresivas» y son «un desastre para el crecimiento», estimó por su parte Felipe Larraín, profesor de Economía de la Universidad Católica de Chile.
Además, «Chávez acapara la atención porque ni Brasil ni México, los principales países de la región, están trayendo un liderazgo» y «no han desarrollado un discurso alternativo», estimó.
«México no aparece en Latinoamérica» y Lula «no tiene una política seria en Latinoamérica, no ayuda a Colombia en el proceso de paz», está «cansado de los problemas en el Mercosur» y «mirando a India, China y Sudáfrica», alegó.
Pero «la influencia de Chávez es limitada», ya que «apoyó causas que han perdido», como a los candidatos presidenciales Ollanta Humala en Perú y Andrés Manuel López Obrador en México, según Larraín.
Sin embargo, según un reciente informe del WEF sobre cómo hacer frente a los riesgos mundiales en el futuro, uno de los escenarios imaginados es un ataque terrorista a yacimientos petroleros en Asia en 2008 que pone el barril de crudo a 150 dólares, tras lo cual se crea una alianza a la que llaman ChavPEC (de Hugo Chávez y la OPEP), resultante del mayor poder político que acaparan los países petroleros.
Volviendo al plano político, en América Latina «no hay una línea divisoria entre derechas e izquierdas, sino entre gobiernos responsables y populistas», con los mandatarios de izquierda de Brasil y Chile como responsables, además de los de Colombia y México en la derecha y centroderecha, según Larraín.
«El otro eje» está compuesto por Chávez y Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua, y sobre el nuevo presidente de Ecuador «es temprano» para pronunciarse, estimó el profesor.
De las 12 elecciones celebradas en la región este año, seis presidentes repiten, de los cuales tres regresan (Oscar Arias, Daniel Ortega y Alan García), de lo que se deduce que «no hay un reciclaje y hay que echar mano de viejos políticos», lamentó Fernández de Castro.
En el terreno económico, aunque no se ha crecido como en Asia, «hemos hecho mucho en cuestión macroeconómica» y los últimos cuatro años han sido de crecimiento, lo que convierte al subcontinente en «atractivo», según Larraín.
Pero Brasil y México no están creciendo suficiente, lo que está afectando a los demás países. El recién presentado plan para el crecimiento de Lula es «positivo, pero insuficiente», ya que se necesitan reformas económicas a más largo plazo.
Para 2007 se espera una desaceleración mundial que también afectará a Latinoamérica.
Otro «desafío mayor» de la región es la lucha contra las desigualdades para bajar la cifra de casi un 40% de pobreza y el triste récord de ser la región con más desigualdad del mundo.