Los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos iniciaron hoy en Egipto una gira por Oriente Medio destinada a contrarrestar la influencia de Irán en la región y obtener un apoyo firme de sus aliados árabes sobre el tema de Irak.
La visita de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y de su par de Defensa, Robert Gates, se produce al día siguiente del anuncio norteamericano de contratos de asistencia militar de decenas de miles de millones de dólares a sus aliados árabes, invitados a ayudar a Estados Unidos en Irak, y a Israel.
Esos proyectos incluyen 13.000 millones de dólares para Egipto, 30.000 millones de dólares para Israel y 20.000 millones de dólares para Arabia Saudí. Otros países del Golfo se beneficiarán también con importantes suministros de armamento por una suma todavía no precisada.
Rice declaró el lunes antes de iniciar su viaje que esos contratos están destinados a contrarrestar las influencias «negativas» de Irán, Al Qaida, el movimiento chiíta libanés Hezbolá y Siria en la región.
La secretaria de Estado ha acusado en repetidas ocasiones a Irán de alimentar el terrorismo en Líbano, apoyar a las milicias chiítas en Irak, ayudar al movimiento islamista palestino de Hamas y querer fabricar la bomba atómica.
«No hay ninguna duda: Irán constituye el desafío más importante para los intereses estadounidenses en la región y el proyecto de Oriente Medio que queremos», agregó durante una escala en el aeropuerto de Shannon (Irlanda).
Irán acusó el lunes a Estados Unidos de sembrar miedo y cizaña entre los países de Oriente Medio mediante sus entregas de armas.
«Creo que si hay una desestabilización en la región, hay que atribuirla al régimen iraní», replicó la secretaria de Estado.
Rice y Gates estarán juntos este martes en Charm el Cheij (Egipto) y luego en Yeda (Arabia Saudí), antes de continuar su gira por separado.
Entre otros temas, tratarán el de Irak en sus reuniones previstas con el presidente del país, Hosni Mubarak, los ministros de Relaciones Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, Emiratos írabes Unidos, Bahrein, Omán), de Jordania y Egipto.
La misión estadounidense busca alentar a los aliados árabes de Estados Unidos para que le ayuden a estabilizar Irak y a tranquilizarlos sobre su compromiso duradero en la región.
«Tendremos la oportunidad de hablar de las iniciativas que podremos emprender con nuestros amigos y aliados en los ámbitos de la seguridad y de la política», declaró Rice.
«Nos preocupa mucho poder garantizar la seguridad de nuestros aliados desde hace tiempo en la región», agregó.
Gates, por su parte, aseguró que su viaje conjunto con Rice muestra «la importancia que atribuimos a garantizar a nuestros amigos en la región la duración de nuestro compromiso».
La influencia creciente de Irán, que desarrolla un programa nuclear, y las dificultades estadounidenses en Irak, suscitaron la preocupación de los aliados árabes de Washington.
«En función de las condiciones de seguridad, esperamos que otros Estados lleven a cabo más misiones diplomáticas en Irak», declaró Rice a los periodistas a bordo del avión que la llevaba a Charm el Cheij.
Los países árabes redujeron considerablemente el estatuto y el personal de sus representaciones en Bagdad a raíz de una ola de atentados y secuestros.
Condoleezza Rice, secretaria de estado.