La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, llegó hoy a Ammán, donde se reunirá con el rey Abdalá II para examinar los resultados de su gira por Oriente Medio, en la que no logró ningún progreso importante en el proceso de paz entre Israel y los palestinos.
Su visita a Jordania, un día después de su conferencia con el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, coincide con la de Abas, quien a partir de mañana inicia una gira por Europa.
Por su parte, el presidente palestino informará al monarca jordano sobre sus conversaciones de ayer con Rice y Olmert, dijo a la AFP un funcionario del palacio real.
«El presidente (Mahmud Abas) visitará el miércoles Gran Bretaña, el jueves estará en Alemania y el viernes en París», informó el lunes a los periodistas Nabil Abu Rudeina, portavoz de la presidencia palestina.
«El objetivo de esta gira es reactivar el proceso de paz, acabar con el acoso impuesto al pueblo palestino y explicar los acuerdos de La Meca», agregó el vocero.
Durante esa conferencia tripartita patrocinada por Estados Unidos, Rice, Olmert y Abas reiteraron su compromiso con una solución de dos Estados, Israel y uno palestino, pero se lograron pocos resultados concretos.
Abas y Olmert reiteraron, así como Rice, que «aceptaban» la Hoja de Ruta, el plan de paz internacional que se convirtió en letra muerta después de su lanzamiento, a mediados de 2003, por parte del Cuarteto (Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y la ONU), que preveía en principio la creación de un Estado palestino a fines de 2005.
En cuanto al futuro gobierno palestino, Rice prefirió no señalar divergencias. «Nosotros tres afirmamos nuestro compromiso con una solución de dos Estados, acordamos que un Estado palestino no puede nacer de la violencia y el terror, y reiteramos que aceptábamos los acuerdos y obligaciones previos, incluyendo la Hoja de Ruta», indicó Rice el lunes, al terminar dicho encuentro.
La secretaria de Estado anunció al concluir la reunión de Jerusalén que Abas y Olmert se habían puesto de acuerdo para volver a verse «pronto».
«Ellos reiteraron que desean la participación y el liderazgo de Estados Unidos en facilitar los esfuerzos para superar obstáculos, obtener apoyo regional e internacional y progresar hacia la paz», dijo Rice.
El Fatah del presidente Abas y los islamistas del Hamas, que se encontraban en el gobierno, firmaron un acuerdo el 8 de febrero pasado en La Meca, Arabia Saudita, para crear un gobierno de unión nacional. Este será dirigido por el primer ministro saliente, Ismail Haniyeh, del Hamas, e incluirá a los ministros del Fatah.
Tanto Israel como Estados Unidos anunciaron que no negociarán con ese gobierno palestino si no acepta las tres condiciones planteadas por el Cuarteto para levantar el boicot político y financiero impuesto al gobierno palestino desde que es dirigido por el Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Palestina).
El Cuarteto, que se reunirá el miércoles en Berlín en presencia de la secretaria de Estado norteamericana, exige un reconocimiento explícito del Estado de Israel, de los acuerdos israelo-palestinos concluidos anteriormente y que los palestinos renuncien a la violencia, condiciones que el Hamás se ha negado a aceptar hasta la fecha.
Pocas horas después de la cumbre de Jerusalén, Arabia Saudita lanzó un llamado a la comunidad internacional y a los países «influyentes» en la región, pidiéndoles que apoyen al gobierno palestino de unión que se está formando.
Tres mujeres, que lograron infiltrarse en la planta de un hotel de Jerusalén donde estaba alojada la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, fueron detenidas anoche, indicaron fuentes policiales israelíes.
Estas mujeres exigían la liberación de Jonathan Pollard, ex analista de la marina norteamericana que espió por cuenta de Israel, de mayo de 1984 hasta su arresto en noviembre de 1985, y entregó millares de documentos clasificados secretos de defensa sobre países árabes.
El ex analista fue condenado a prisión por vida. Desde su detención, los diferentes jefes de gobierno israelíes han pedido en vano su puesta en libertad.
Otros manifestantes reunidos en el exterior del hotel lanzaron consignas para obtener la liberación de Pollard, informaron estas mismas fuentes.