El escritor argentino Ricardo Piglia resultó ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos por su obra «Blanco Nocturno», informó ayer el jurado.
Agencia AP
La Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos anunció ayer en su página web que Piglia ganó por unanimidad la XVII edición del premio por «su rigurosa observación de hechos y personajes» y la «nitidez de su lenguaje».
La novela «Blanco Nocturno» resultó ganadora entre 194 obras que compitieron en esta edición.
El premio, que consistirá en 430.000 bolívares fuertes (100.000 dólares), será entregado el 2 de agosto, fecha conmemorativa del natalicio del afamado escritor y político venezolano Rómulo Gallegos, fallecido en 1969.
El jurado de esta edición estuvo integrado por la mexicana Carmen Boullosa; el colombiano William Ospina, ganador de la pasada edición, y el venezolano Freddy Castillo Castellanos.
Piglia es profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, y ha publicado cuatro novelas: «Respiración artificial», «La ciudad ausente», «Plata Quemada» y «Blanco nocturno».
FALLO
El fallo fue leído por la escritora mexicana Carmen Boullosa, miembro del jurado junto con el colombiano William Ospina —ganador de la edición anterior— y el escritor venezolano Freddy Castillo Castellanos.
Boullosa indicó que ha sido reconocido el talento de Piglia para situar la trama en un mundo preciso, al tiempo que reflexiona sobre la dificultad de apresar la verdad. “Destacan su rigurosa observación de hechos y personajes, la nitidez de su lenguaje, la sabiduría literaria que le permite cautivar al lector y mantener la atención del relato con subterránea fuerza poéticaâ€, resaltó.
Blanco nocturno narra la historia del crimen que terminó con la vida de Tony Durán, un puertorriqueño educado como estadounidense en Nueva Jersey, quien viaja a Argentina siguiendo a las gemelas Ada y Sofía, con quienes sostenía un trío. La aparición de Emilio Renzi, el tradicional personaje de Piglia, le da a la historia una conclusión irónica y conmovedora.
Piglia se alza así sobre otros once finalistas, entre los cuales sobresalió la representación argentina con seis novelas: La pieza del fondo, de Eugenia Almeida; Lengua madre, de María Teresa Andruetto; Lisboa. Un melodrama, de Leopoldo Brizuela; La orfandad, de Sylvia Iparraguirre, y El viajero del siglo, de Andrés Neuman, además de la presentada por el autor ganador.
Las otras novelas finalistas fueron presentadas de autores de diversas nacionalidades: Impuesto a la carne, de la chilena Diamela Eltit; Señales que precederán al fin del mundo, del mexicano Yuri Herrera; Cadáver exquisito, del venezolano Norberto José Olivar; Todo es silencio, del español Manuel Rivas; Tres ataúdes blancos, del colombiano Antonio Ungar, y La piel del miedo, del ecuatoriano Javier Vásconez.
Natural de Adrogué, en la provincia de Buenos Aires y a 23 kilómetros al sur de la capital argentina, Piglia estudió historia en la Universidad Nacional de La Plata y es, además, crítico, ensayista y profesor académico. En 1967 obtuvo una mención especial en el VII Premio Casa de las Américas, publicando así su primer libro, la colección de cuentos Jaulario.
En 1980 publicó la novela que le ameritaría el reconocimiento internacional: Respiración artificial. Desde entonces han visto la luz las novelas La ciudad ausente (1992), Plata quemada (1997) y Blanco nocturno (2010); los libros de relatos Prisión perpetua (1988) y Cuentos morales (1995), y libros de ensayo como La Argentina en pedazos (1993), Formas breves (1999) y El último lector (2005), entre otros. Su obra ha sido traducida numerosos idiomas, particularmente al inglés, francés, italiano, alemán y portugués.
Con este triunfo, Piglia se suma a la lista de ganadores de ediciones anteriores, que incluye los nombres de figuras como los mexicanos Carlos Fuentes y Elena Poniatowska, el peruano Mario Vargas Llosa, el venezolano Arturo Uslar Pietri y el colombiano Gabriel García Márquez.