El actor argentino Ricardo Darín presentó este martes en Madrid su primer filme como director, «La señal», precedido por el éxito que está cosechando en Argentina, donde es líder de taquilla desde su estreno, hace dos semanas.
«Había que tomar el toro por las astas», resumió Darín para explicar cómo llegó a dirigir este filme hispano-argentino, a demanda de los productores tras el fallecimiento de su guionista y previsto director, Eduardo Mignona, en octubre de 2006.
Tras dos semanas liderando las taquillas argentinas desde su estreno en ese país, el 13 de septiembre, el 5 de octubre se estrena en España una película «basada en una novela y en un guión de Mignona»; no «una película de Mignona», aclaró Darín en conferencia de prensa.
«Podría ser una película de Mignona si tuviera una mirada más esperanzadora», pero «nosotros tomamos un camino distinto del que propone la novela», explicó, y precisó que el final «no es un final Mignona».
Aún y todo, Eduardo Mignona («El faro», «Sol de Otoño») estaría de acuerdo con esta versión, según Darín, ya que «los valores que él quería plasmar están en ella», es decir, la «solidaridad» y los «valores y códigos que pertenecían a un tiempo pasado y que se han perdido», aclaró el coprotagonista, Diego Peretti («No sos vos, soy yo»).
«La señal», «una historia de época» y «una película de género», en palabras de Darín, se inscribe en el género del cine negro y narra la historia de dos detectives en el Buenos Aires de 1952 que se ven envueltos en un caso de traiciones, botines, mujeres y persecuciones, todo ello coincidendo con los últimos días de Evita Perón.
Darín («Nueve Reinas», «El hijo de la novia») se muestra «orgulloso de la estética del filme», que considera un «reto», ya que «en Buenos Aires hoy en día no es fácil hacer una película de época porque es muy difícil encontrar 100 metros que no estén intoxicados de modernidad».
Para ello, aunque se plantearon el blanco y negro, finalmente optaron por hacer un «proceso de descromatización, tratando de atenuar los colores», y acompañado de imágenes de fondo difuminadas.
A esto se añade un «toque porteño de Mignona», según Peretti, que consiste en que «a diferencia de los clásicos negros, los personajes muestran vulnerabilidad».
La manera de hablar de los personajes y una música a medio camino entre el tango y el jazz –porque «no queríamos pasarnos de argentinidad»– completan el estilo.
El contexto de los últimos días de Evita como telón de fondo «no es una casualidad» en Mignona, según Darín: «No sé si era peronista», pero «estoy seguro de que era evitista».
En esta primera experiencia como director «he aprendido de todo», asegura, tanto en el rodaje como en el montaje, que fue «la etapa más reveladora de todas» porque le ayudó a profundizar en la interpretación.
Pero compaginar el papel de director con el de actor, que aceptó porque no le «quedó más remedio», no le «va a volver a ocurrir». «Nunca más volveré a protagonizar una película si me toca dirigirla», prometió.
La idea de volver a dirigir la está pensando ahora. Pero con la «obligación de tratar de descubrir si tengo dentro de mí una historia, que espero que sea la más simple posible, porque es de las que más me gustan».
«La señal», «uno de los filmes nacionales más taquilleros de 2007» en Argentina, según el portal Latamcinema, está codirigida por Martín Hodara.