í‰ric Lí¶hrer: de Francia para Guatemala


Grecia Aguilera

Los sonidos enigmáticos, radiantes, serenos y a veces delirantes e impetuosos del cuarteto de í‰ric Lí¶hrer, colmaron el Teatro Dick Smith la noche del 3 de marzo de 2009, en el inicio del Festival Internacional de Jazz del IGA. El cuarteto está conformado por los franceses í‰ric Lí¶hrer, guitarra; Jean-Charles Richard, saxofón soprano; Eric Surmenian, contrabajo y Patrick Goraguer, baterí­a. La personalidad de í‰ric Lí¶hrer es afectuosa, dulce y por sobre todo clara, sensible y perceptiva. Al preguntarle si admira al genio de la guitarra Jimi Hendrix, responde al instante que sí­. Durante el concierto, los cuatro artistas mantuvieron una conversación incesante, prolongada en diversas melodí­as suspendidas en sonidos ancestrales y misteriosos, inspirados en nuestra búsqueda del suceder en el tiempo. Majestuosa fue su versión de «India» de John Coltrane, homenaje grandioso y apasionado, con devoción artí­stica al maestro de la inventiva e imaginación en la música. La exégesis de esta melodí­a en el concierto, elevó el alma y el espí­ritu del auditorio hacia el sagrado mundo hinduista; los mí­sticos sonidos de Jean-Charles Richard, en desahogo perpetuo, sumisión y éxtasis, mantuvieron la mente en absoluta plegaria, recordando el avatar de dioses y mortales en constante mutación, los himnos védicos del Rigveda, sintiendo el aroma a flor de loto de la diosa Lakshmi: elí­xir, firmamento y exaltación. El sonido saxofónico de Jean-Charles Richard manifiesta la combinación ideal entre técnica y éxodo emocional, que definen su particular estilo e identidad. Me siento identificada con í‰ric Lí¶hrer no solamente por el amor a la música sino también por su interés en la filosofí­a. Con el tí­tulo de su CD «Sélí¨ne Song» í‰ric nos expresa su quintaesencia, su alta contemplación e intelectualidad, así­ también en los hermosos tí­tulos de sus melodí­as. En «Tetradrome» y «Bonne Fortune» encontramos el recorrido del destino en cuatro veredas; el azar predomina en cada una; la buena fortuna solamente está tal vez en una de ellas, y en nosotros mismos. «Boréale» es una sonoridad poética que describo lí­ricamente así­: «Sonidos esparcidos/ en el firmamento/ palidecientes ondas/ dibujadas/ en etéreos dobleces./ Impulsos sucesivos de luz/ colisión de átomos en alabastrinas celosí­as/ irradiadas/ en fulgores verdejade y translúcidos rojorrubí­./ Aurora boreal/ figura holográfica de Dios.» La melodí­a titulada «Aye Aye» está inspirada según nos dice í‰ric Lí¶hrer en los cadenciosos movimientos de este lémur de espí­ritu nocturno, originario de Madagascar. Con esta pieza í‰ric sensibiliza y contribuye a la defensa de las especies en extinción. La Luna, perla cósmica, es el tema central en el CD titulado «Sélí¨ne Song» de í‰ric Lí¶hrer Quartet. La preciosa portada insinúa los ciclos del satélite, con lascas circulares que parecieran ser piezas de vitrales aturquesados. «Moons» de Jean-Charles Richard, lanza el mensaje de ir más allá de la salida del sol, de viajar a un exoplaneta insondable, no contaminado de seres sin razón. En la pieza «Sélí¨ne song», la guitarra de í‰ric Lí¶hrer transmite los diversos estados de ánimo que podemos sentir cuando estamos bajo el efecto de este astro; es un almagesto que va llevando un susurro, un clamor al espacio sideral, cargado de ternura y desvarí­o, un elogio a la Luna. Inspirada en esta melodí­a he creado el siguiente poema: «Luz sumergida/ en terciopelo negro./ Astro del amor/ sagrado Ramadán de los profetas./ Heraldo del crepúsculo/ cocuyo del espacio/ lente mágico/ pálido reflejo/ entre campanarios y mezquitas/ luz y sombra/ entre lotos y nenúfares./ Luna/ canto del poeta/ ciega observadora/ novia mí­stica/ sacerdotisa y vieja amiga/ amante del Sol atesorada./ Plomiza cenicienta/ joven diosa/ enviada zahorí­/ resurgida en torbellinos planetarios./ Atacir de seres portentosos./ Luna/ Mare Imbrium/ Mare Nubium/ Mare Crisium.»